EL EJIDO.- Conseguir una localidad que enamore y sobre todo que se defina a sí misma como costera y agraria con una mirada a su entorno, a sus construcciones y a su campo. “Porque sólo así crearíamos un sello propio, un rasgo que nos defina ya que cuando paseamos tanto por El Ejido centro como por los núcleos encontramos fachadas diferentes, con variados colores y estética dispar, y eso no llama la atención a nadie, no resalta ningún aspecto que nos haga únicos y en El Ejido tenemos muchos”, ha asegurado la concejala y portavoz adjunta de Cs en el Ayuntamiento ejidense, María Herminia Padial,
La idea, según argumentó Padial, sería “conseguir que toda la localidad, haciendo hincapié en los núcleos que miran al mar, tengan un aire marinero que les haga únicos y les convierta en referente de cara tanto a los vecinos como a los turistas que especialmente en los meses de verano, llegan a nuestra tierra a disfrutar del clima y la playa”.
Pero no sólo quedaría en las áreas de costa, sino que la intención es que sea extrapolable a la agricultura. “El mes pasado, durante el pleno, respaldamos con nuestro voto a favor el que se puedan establecer viviendas para el uso agrícola en el entorno de los invernaderos que dan vida a nuestro campo”, apuntó la portavoz adjunta.
“La ley LISTA permite estas viviendas de carácter rural, que encajen en el entorno de la finca. Esto daría una visibilidad tremenda al agro porque embellecería estas zonas, llamaría la atención y nos dotaría de una identidad propia”, ha dicho. Y es que la idea que defiende Ciudadanos es que todas estas actuaciones se desarrollen empleando materiales de la zona “para dar un impulso fuerte a la economía local”. Padial ha señalado que “no podemos cambiar lo que está ya hecho, pero en las nuevas edificaciones deberíamos actuar con este criterio de homogeneizar fachadas y estética”.
“Es importante mantener la misma línea estética, tradicional para defender esa imagen propia. Que cuando alguien vea una fotografía, sepa que lo que se muestra en la misma es nuestra localidad, que tenga un sello definitorio que nos haga únicos. Lo que tenemos ahora es un desbarajuste de edificios, cada uno de un modo, con un color o estructura indeterminada, poco homogénea. Un sin ton ni son que visualmente resulta complicado de entender”.
