Elena Torres, teleprensa.com Almería
Ciudadanos ha perdido el centro y empieza a perder también el norte. La obcecación de Albert Rivera puede salir muy cara a una formación que en el mejor escenario posible no ha sido capaz de arrebatar el liderazgo al PP, por mucho que se empeñe en querer liderar la oposición, y que si aboca al PSOE a unas nuevas elecciones generales le puede salir muy caro.
Por mucho que se empeñe su presidente, son demasiados y gobiernos de primer orden, donde su mandato depende de Vox y para la formación naranja este partido debería ser tan rechazable como lo es el independentismo.
Rivera se ha empecinado en atribuir al todavía presidente del gobierno, Pedro Sánchez, concesiones a los partidos independientes y en realidad es su negativa a llegar a acuerdos con el PSOE lo que puede llevar a los socialistas a acercarse a estos grupos más allá de lo que seguramente desearían.
El presidente de Cs debería mirar un poco más en el interior de su partido. Su incapacidad para poder gobernar en Cataluña a pesar de ser la fuerza más votada, y de defraudar profundamente, hasta llegar a provocar su dimisión, a pesos pesados de su formación que no entienden una deriva del partido hacia unos derroteros que nunca se habían planteado no puede traer nada bueno.
Rivera se equivoca si cree que una repetición electoral va a favorecer a su formación. El PP se está armando, también lo hace el PSOE y es más que probable que las fuerzas que nacieron para “regenerar la vida política” se acaben convirtiendo en residuales a golpe de comicios adelantados que no hacen sino evidenciar que los “nuevos” no resultan operativos en la vida pública.
