jueves. 28.03.2024

Ángel Manuel Hernández se enfrenta ahora a la "batalla burocrática" para que se le reconozca que su incapacidad deriva de un acto de servicio

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 (EUROPA PRESS)

El policía nacional Ángel Manuel Hernández formó parte del equipo que, desde Galicia, participó en Barcelona en la contención de los disturbios registrados en octubre de 2019 tras la sentencia condenatoria a los líderes del procés y una pedrada le provocó lesiones en un brazo. Heridas cuyas secuelas le han supuesto, menos de dos años después y a una edad de 45, la jubilación anticipada.

Natural de San Cibrao, aunque destinado en la Unidad de Intervención Policial (UIP) de A Coruña, Ángel Manuel Hernández ha asegurado, en una conversación con Europa Press, que lo "mejor" que se lleva del cuerpo es el apoyo y el cariño de sus compañeros --como se lo trasladaron públicamente el día en el que se despidió en las dependencias de Lonzas--; pero distinta visión tiene de la actuación de las autoridades y cargos más políticos.

"Me he sentido abandonado", confiesa, al tiempo que recuerda que, ahora, tras lo vivido, le tocará enfrentarse a la "batalla burocrática" para que se le reconozca que la incapacidad que desemboca en su jubilación no deriva de una "enfermedad común" sino de las lesiones sufridas "en acto de servicio" en Barcelona.

"Y espero que esto también sirva para que ningún compañero tenga que volver a pasar por esto", ha remarcado, tras recordar su paso por el cuerpo, en el que ingresó en 2006, para, cuatro años después, pasar a desempeñar su trabajo en la UIP.

En declaraciones a Europa Press, ha recordado como una pedrada le provocó una fractura abierta en un hueso del brazo, de la que fue intervenido ya en un hospital catalán. "Me pusieron una placa y seis tornillos, pero el hueso no soldó", ha rememorado, antes de explicar que en noviembre del año pasado volvió a ser intervenido en el Modelo de A Coruña.

En este caso, la intervención sanitaria sí que sirvió para que consolidase la fractura, pero sla movilidad de su brazo ha quedado afectada, además de haber perdido mucha fuerza, lo que, además de provocarle dolores, le impide realizar su trabajo.

"ME VOY CON UNA SENSACIÓN MÁS AGRIA QUE DULCE"

En esta coyuntura, en diciembre un tribunal médico le reconoció la incapacidad y ahora se ha ratificado la jubilación.

"Me voy con una sensación más agria que dulce, porque nunca piensas que te vas a jubilar así", ha confesado, antes de concluir que es consciente de que la batalla burocrática que le espera ahora se puede prolongar "meses" y recuerda el caso de Iván, su compañero de Vigo, quien sufrió también una lesión grave den los disturbios.

El policía de San Cibrao herido en los disturbios de Barcelona de 2019, jubilado con 45...