martes. 23.04.2024

MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha aprovechado este martes la conmemoración del 40 aniversario del fracaso del golpe de estado de 23 de febrero de 1981 para alertar de la fragilidad de la democracia, clamar contra el "populismo" y la "polarización", que provoca "fracturas" en la sociedad, y para hacer un llamamiento a la unidad de todas las instituciones ante las "amenazas" de "ruptura" del sistema constitucional.

Así lo ha hecho en presencia de las máximas instituciones del Estado asistentes al acto que ha organizado el Congreso con motivo de esta efeméride y en el que también ha intervenido el Rey Felipe VI.

Batet ha arrancado su discurso ensalzado cómo las instituciones y la sociedad española lograron convertir al país en una democracia plena tras el intento de involución del 23F, destacando el papel de Juan Carlos I en la derrota de la asonada.

"Nuestra democracia supo responder con firmeza y éxito al asalto que pretendía acabar con la democracia y el pluralismo en España", ha enfatizado, poniendo en valor la reacción de la sociedad y los poderes democráticos que, utilizando la "legitimidad" e instrumentos que les confieren la Constitución, derrotaron el golpe.

En este punto ha subrayado que esas instituciones estuvieron "encabezadas por su Majestad el Rey Don Juan Carlos", que todas ellas lograron acabar con el anhelo de los golpistas y que, tras el fiasco, la sociedad española ha mostrado un "ininterrumpido compromiso con la democracia", como los medios de comunicación que también contribuyeron al fracaso de Tejero.

"Quienes pretendieron destruir la democracia no han dejado más que su recuerdo como ejemplo de fracaso. Quienes la defendieron y les vencieron perviven hoy en nosotros. Quienes consolidaron el sistema democrático, construyeron la España actual. Quienes actuaron con decisión en defensa de la democracia mostraron el camino de compromiso constitucional y éxito que después han seguido todas las instituciones españolas. Quienes defendieron la Constitución, en fin, consiguieron que hoy sus valores y sus opciones sigan vivas y vigentes", ha asegurado Batet.

PELIGROS ACTUALES

Para la tercera autoridad del Estado nadie teme ahora episodios como aquel, pero no hay que olvidar que la democracia requiere un compromiso diario y que no está exenta de "peligros". En concreto, ha situado los riesgos en la "deslegitimación" y la instrumentalización de las propias instituciones democráticas para desnaturalizarlas y convertir la democracia en una fachada despojada de sus contenidos fundamentales: pluralismo, libertades, igualdad y cohesión social".

"La creciente polarización de la política y su traslado a los ciudadanos, con las fracturas sociales que genera; el populismo de las respuestas fáciles o de las presuntas verdades incontestables; o el miedo y la negativa a enfrentarse a la complejidad. Todos ellos son antiguos y bien conocidos enemigos de la democracia, que pueden reconocerse sin problema en nuestra realidad actual", ha reseñado.

Ante estos riegos, ha defendido reforzar los "instrumentos para una información libre y sólida", fomentar la capacidad de reflexión y diálogo y la "cohesión de la comunidad política por encima de sus identidades y realidades plurales".

Esa cohesión, según Batet, está en los valores compartidos de la Constitución y en la construcción de un proyecto de futuro "que incluya a todos", basado en la constante renovación del pacto de convivencia con su "importante contenido de libertad, justicia e igualdad"; pero en el que también cree fundamental el acuerdo y la asunción de un consenso que dé satisfacción no sólo a las opciones propias sino también a las de los otros.

"La democracia española seguirá acreditando su fuerza y su capacidad siempre que, junto con sus ciudadanos, sus instituciones sigamos el ejemplo de unión, valor y acción que nos brinda la respuesta que se dio hace 40 años", ha abundado la presidenta del Congreso.

CONFIAR EN LAS INSTITUCIONES

En este contexto, ha reclamado confiar en la capacidad de las instituciones para ejercer sus funciones "de modo integrador e incluyente, sin generar ni dar carta de naturaleza a divisiones entre ciudadanos o fracturas de la sociedad, sin deslegitimar ni a las propias instituciones ni al adversario político".

"En nuestra democracia todo es discutible y toda reforma puede plantearse, pero ante ataques y amenazas que pretendan romper con el sistema no hay más respuesta que la activación de las facultades constitucionales para garantizar o restablecer el respeto del pacto fundamental vigente", ha aseverado.

Para ello, ha añadido, "no hay mejor recurso" que las palabras del entonces presidente del Congreso, Landelino Lavilla, al reabrir la sesión el día 25 de febrero: "Es el momento de declarar que hoy un auténtico grito de "¡Viva España!" no encierra una verdad distinta que la de "¡Viva la Constitución!" y "¡Viva la democracia!".

Batet ha dedicado al Rey Felipe VI la última parte de su intervención, subrayando que "el firme compromiso" con la "democracia constitucional" que expresó al ser proclamado en 2014 es "guía y ejemplo para todos".

"Con vuestra presencia, celebramos la vigencia y la determinación de este compromiso: desde la Jefatura del Estado al resto de instituciones constitucionales", ha dicho, proclamando que "no hay democracia sin instituciones, instituciones sin política, ni política sin respeto y confianza".

"Señor, en vuestras intervenciones late el recuerdo de lo logrado por el esfuerzo y el compromiso ciudadano, el requerimiento constante de atención a las demandas de la realidad y la reclamación de reconocimiento de lo que nos une y de refuerzo de los acuerdos compartidos", le ha dicho al Rey antes de cederle la palabra resaltado que en un acto "de compromiso con la democracia y los valores constitucionales" no podía "tener mejor protagonista" que sus palabras.

Batet alerta contra el populismo y la polarización y llama a la unidad ante las...
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