jueves. 25.04.2024

SANTO DOMINGO, 25 (EUROPA PRESS)

La integración latinoamericana ha sido tradicionalmente uno de los grandes desafíos de una región marcada por la división entre bloques políticos, pero la XXVIII Cumbre Iberoamericana ha servido para sacar de nuevo a colación un reto pendiente que no se da por imposible, como han expuesto los presidentes de Colombia y Argentina, Gustavo Petro y Alberto Fernández, respectivamente.

La integración de América Latina, como ha reconocido este sábado el mandatario colombiano, se ha quedado en una esfera "discursiva", en comparación con otros espacios como Europa que sí han buscado una unidad "concreta".

"En la práctica poco hacemos por la integración verdadera", ha lamentado Petro, que ha propuesto durante su discurso avanzar en este ámbito tomando referencias tangibles como pueden ser las energías limpias --"nuestro aporte a la vida de la humanidad", ha argumentado--.

Por su parte, el presidente de Argentina ha coincidido en los retos pendientes y ha puesto como punto de inflexión en este avance hacia la integración el mandato de Donald Trump en Estados Unidos, que coincidió con una "desintegración regional" en la que, por ejemplo, "la UNASUR fue desvaneciéndose".

"Hasta la OEA quedó al servicio de ese objetivo desintegrador convalidando un golpe de Estado en Bolivia", ha dicho, en alusión a los incidentes que derivaron en 2019 en la dimisión y salida del país de Evo Morales.

La unidad, según Fernández, es clave para "preservar intereses comunes", respetando eso sí la "diversidad ideológica". "Estamos moralmente obligados a unir esfuerzos" porque "somos todos pasajeros en un mismo barco", ha dicho Fernández, cuyo país ejerce precisamente la presidencia pro témpore de Mercosur.

Los presidentes de Colombia y Argentina asumen la integración latinoamericana como un...
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