jueves. 28.03.2024

Pide medidas urgentes para abordar la crisis y resalta que dicha cifra supondría un máximo histórico en la región

MADRID, 9 (EUROPA PRESS)

Naciones Unidas ha alertado de que la cifra de personas que sufren hambre en África occidental y central podría ascender en 2023 a los 48 millones, incluidos nueve millones de niños, si no se ponen en marcha medidas urgentes para abordar la crisis, que alcanzaría de esta forma su máximo histórico.

El último análisis publicado sobre seguridad alimentaria revela que más de 35 millones de personas, incluidos 6,7 millones de niños, no pueden satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y nutrición. Esta cifra supone cerca del ocho por ciento de la población de esta región.

La situación es especialmente preocupante en las zonas afectadas por el conflicto de la cuenca del lago Chad y la región de Liptako-Gourma --Burkina Faso, Malí y Níger--, donde 25.500 personas sufrirán hambre catastrófica durante la temporada de escasez que va de junio a agosto de 2023, periodo en el que se agotan las reservas de alimentos de la cosecha anterior.

Por ello, la Organización las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han reclamado a los gobiernos de toda la región que aumenten el apoyo y las inversiones en programas de seguridad alimentaria para reforzar la resiliencia de las comunidades.

"La perspectiva de la seguridad alimentaria y nutricional para 2023 es extremadamente preocupante y esta debería ser la última llamada de atención para los gobiernos de la región y sus aliados", ha advertido el director regional del PMA para África Occidental, Chris Nikoi.

"Fortalecer la resiliencia de las comunidades debe convertirse en un enfoque singular y colectivo para todos nosotros si queremos sacar esta situación del precipicio antes de que sea demasiado tarde", ha resaltado.

De hecho, pese a las buenas perspectivas de cosecha, la mejora de la situación del mercado y el aumento de las estimaciones de producción de cereales en toda la región, la inseguridad alimentaria y la desnutrición persisten y se están extendiendo desde el Sahel hacia los países costeros debido a la persistente inseguridad, las crisis climáticas, los altos precios de los alimentos, las consecuencias económicas de la COVID-19 y el impacto del conflicto en Ucrania.

Así, en Benín, Costa de Marfil, Ghana, Guinea, Guinea Bissau, Liberia, Sierra Leona y Togo, el análisis revela un aumento del 20 por ciento en la inseguridad alimentaria durante el último trimestre de 2022, en comparación con el mismo período del año pasado.

En Nigeria, 25 millones de mujeres, hombres y niños se enfrentan a una inseguridad alimentaria de moderada a severa, lo que significa que pueden caer fácilmente en una situación de seguridad alimentaria de emergencia si no se ofrece una respuesta inmediata.

"El Sahel se tambalea al borde de una catástrofe en toda regla. Estamos viendo una disminución de la disponibilidad de alimentos en la mayoría de los países y los precios de los fertilizantes están aumentando", ha explicado el coordinador subregional de la FAO para África Occidental, Robert Guei.

De esta forma, ha señalado que "esto podría tener un impacto negativo en las cosechas del próximo año y empeorar una situación ya grave para muchas comunidades rurales". "Debemos actuar ahora para apuntalar los medios de vida rurales antes de que sea demasiado tarde", ha argüido.

DESNUTRICIÓN AGUDA

Estos organismos han detallado que la desnutrición aguda en niños y niñas menores de cinco años es motivo de preocupación, especialmente en los países del Sahel y Nigeria, con tasas que superan el umbral de emergencia del 15 por ciento en algunas áreas de Senegal (Louga y Matam), Mauritania (Gorgol y Guidimaka), el noreste de Nigeria (estados de Yobe y Borno) y Níger (Dogon y Doutchi).

La tasa global de desnutrición aguda también supera el 10 por ciento en muchas zonas alrededor de la cuenca del lago Chad (Níger, Nigeria y Chad) y las áreas fronterizas entre Burkina Faso, Malí y Níger, donde los conflictos, el desplazamiento de población y el acceso limitado a servicios básicos figuran entre las causas subyacentes de esta situación.

"Los datos más recientes indican niveles inaceptablemente altos de desnutrición aguda grave para los niños y niñas en muchos países de África Occidental y Central, lo que tiene un impacto devastador en el futuro de la región", ha lamentado la directora regional de UNICEF para África Occidental y Central, Marie-Pierre Poirier, que ha pedido "ampliar el tratamiento y prestar mucha más atención a la prevención de la desnutrición infantil a través de un enfoque multisectorial para llegar a todos los niños y niñas".

Ante esta situación, estos tres organismos y sus socios se han comprometido a abordar esta crisis alimentaria y nutricional sin precedentes mediante un enfoque sólido de sistemas alimentarios, con programas múltiples e integrados que ofrecen respuestas de nutrición, salud, agua, higiene y saneamiento para niños y niñas, mujeres y otros grupos vulnerables.

La ONU alerta de que 48 millones de personas podrían sufrir hambre en África occidental...