miércoles. 24.04.2024

Equipos

ALMERÍA.- El ‘Día D’ ha llegado para CBM Bahía de Almería y la provincia a la que representa. El sábado es el día de demostrar que los amantes del balonmano almerienses están deseosos de volver a tener un equipo en la categoría de bronce, siendo necesario superar las semifinales de la segunda fase en Segunda División Nacional.

Los dos conjuntos que resulten finalistas, además de luchar por título de campeón de esta competición, accederán al posterior sector de ascenso en busca de una de las plazas para la Primera División Estatal. Un complicado camino en cuyo primer paso, los almerienses disputaron un tremendamente igualado encuentro frente al BM Pozoblanco, el cual venció 23-19 y se coloca con cierta ventaja en la eliminatoria.

Por ese motivo, la afición debe ser el jugador ‘número ocho’ respaldando desde la grada a los pupilos de Juan Carlos Requena, quienes darán todo el balonmano que fluye por sus venas sobre la pista tratando de obrar la remontada, necesitando un triunfo con al menos cinco goles de diferencia, aunque teniendo en cuenta que si fuesen cuatro, el desempate se haría mirando qué contendiente anota más en cancha ajena, algo que hace antojarse como escasos los 19 tantos visitantes en tierras cordobesas.

No obstante, será el desarrollo del juego lo que saque de dudas a partir de las 20 horas en un Pabellón Antonio Rivera que volverá estar colmado de espectadores, del mismo modo que sucedió en otros importantes momentos durante la liga regular, en la que el plantel almeriense lideró el Grupo A sumando 34 puntos y el pozoalbense acabó segundo del Grupo B con 27.

Dichos números se obviaron el sábado anterior en el Polideportivo Juan Sepúlveda, donde se libró un duelo en el que los locales obtuvieron un parcial inicial de 3-0, remontando los visitantes con el 5-6 cumplido el cuarto de hora y al descanso se llegó 10-9, aumentando su ventaja Pozoblanco al 14-11 del minuto 40 y volviendo a recuperase Bahía con el 17-16 restando 10 minutos, tiempo en el que los cordobeses se escaparon hasta el 23-19 definitivo.

Aunque realmente carecen de validez efectiva, podrían ser orientativos sus registros ligueros en casa y a domicilio, consiguiendo CBM Bahía de Almería 10 triunfos como local (ganó todos los partidos), de forma ajustada frente al segundo y al tercer clasificado, pero batiendo holgadamente al cuarto que tiene un balance similar a BM Pozoblanco, que en las salidas firmó cinco victorias, un empate y tres pérdidas, la más reciente hace cuatro meses, aunque cayó ampliamente contra el líder y el tercero, igualando ante el cuarto.

Conscientes en la disciplina almeriense de la relevancia del compromiso, el técnico Juan Carlos Requena no duda en asegurar que “el partido para nosotros es una final” y de hecho, añade “que de no pasar, los siete meses de temporada se acaban”, pero también señala que “el equipo está mentalizado y deseando que llegue el sábado”.

Sin embargo, los nervios dentro y fuera de la cancha deben estar bien templados, explicando el técnico que “no tenemos que tener ansiedad y pensar en cada jugada, sin hacerlo en el resultado de la eliminatoria”, confesando que “las ganas de la plantilla son enormes”, incluyendo “mucha impotencia del partido de ida por muchos factores”.

 Requena comenta que “el equipo necesita canalizar toda esa energía para la final” y sobre todo “necesitamos a la afición. Necesitamos llenar nuestro fortín del Antonio Rivera, que nos lleven en volandas a conseguir nuestro objetivo”, por lo que hace un último llamamiento deseando “que todo aficionado al balonmano en Almería se acerque a las 20 horas el sábado para dar su aliento por el equipo”.

“Una final” para CBM Bahía de Almería que quiere la remontada
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