viernes. 29.03.2024

Jugadores del Almería con una de las pacientes de pediatría

 

 

ALMERÍA.- No se trata solo de una tradición, de algo que se tiene en la agenda de cada año y que se cumple sin más, sino de un deseo muy esperado. Así lo ratifica firmemente Ramón Sedeño cuando asegura que “no es para nada un compromiso, tomar unas fotos y olvidarse, sino que esto va de pisar el suelo y fortalecerse en la doble dirección, puesto que Unicaja Almería busca dar ilusión a los niños hospitalizados, pero a su vez recibe muchísimo de ellos”. El presidente del club acompañó a sus jugadores y técnicos en las visitas que cada Navidad se realizan a Torrecárdenas así como al Hospital del Poniente, ambas entrañables y con una grandísima carga de emoción por ambas partes.

Con Piero Molducci a la cabeza, junto a Ramón Sedeño, la ruta realizada se hizo según la coordinación con el personal de sendos centros hospitalarios, mediante la cual los jugadores pasaron por las diferentes plantas, entrando en varias de las habitaciones para entregar un regalo del club a los pequeños. Hablaron un poco con ellos así como con las familias, deseándoles a todos una pronta recuperación. Las historias de luchadores de cada uno de ellos que recibieron de primera mano, también en boca del personal de enfermería y del equipo médico que los atiende, suponen un acicate para una plantilla profesional que promulga los valores que son los propios del deporte.

No faltó nadie a la doble cita, como emisarios de los Reyes Magos y portavoces de un mensaje de optimismo que fortalecieron con las respuestas a las numerosas preguntas que se les formularon. Acostumbrados al trato con los niños y niñas por las actividades que el club realiza en los colegios y por el recibimiento que se hace en los días de partido cuando hay escolares invitados, supieron conectar con los pequeños de un modo sencillo y directo, contándoles varios ‘secretos’ que podrán poner en práctica cuando salgan del hospital ya repuestos del todo para ser unos grandes deportistas. Con un tono distendido y amable, las conversaciones con sus ídolos cercanos les hicieron pasar un rato divertido.

Durante unos minutos casi mágicos, sus respectivas habitaciones, esas en las que pasan unas fechas tan señaladas y especiales, se habían convertido en el Moisés Ruiz, cargadas de anécdotas y de alegría, de superación y de lucha. Son valientes y saben afrontar de un modo admirable todo lo que se les ponga por delante. Muy interesados por el voleibol, puede que entre ellos haya algún gran campeón que en cierto tiempo vista la camiseta de Unicaja Almería o de AVG 2008. A la inversa, los Alemán, De Amo, Parres, Cézar, Borja, Juanmi, Alemão, Ferrera, Casimiro, Arabisen, Llabrés e Israel recibieron una enorme dosis de entusiasmo y muchos más motivos para esforzarse hacia las finales.

Agradecidos, desde el equipo médico del Hospital del Poniente, en boca de su coordinadora de Pediatría, se destacó lo positivo de este tipo de actividad: “Damos las gracias al Club Voleibol Unicaja Almería porque este es el segundo año consecutivo en el que vienen a hacer la estancia de los niños más agradable, con su simpatía, su buen hacer, y siempre con un regalillo que le traen”. Las palabras de Nieves tuvieron continuidad con las de Aurora Martín, psiquiatra en el centro: “Me parece una gran experiencia, sobre todo para los niños pequeños, ya que son fechas muy difíciles para que permanezcan ingresados y creo que para ellos es una alegría, al menos encontrarse con algo distinto al día a día en el hospital y no con lo desagradable y lo monótono”.

Una vez más la diversión y la ilusión han sido medicinas que ayudan a ponerse mejor, eso en el caso de los niños, y una vitamina que revitaliza la consecución de los objetivos deportivos, eso en el caso de los jugadores y el cuerpo técnico. La simpatía y las buenas vibraciones actuaron de un modo recíproco en una Navidad ‘especial’ que se ve suavizada por el cariño del plantel ahorrador. Unicaja Almería es mucho más que un mero club, aferrado a la gente que lo apoya y con la que comparte los buenos momentos y los no tan buenos. Es una cuestión que define el ADN de una entidad que cada día está más adentrada en la vida cotidiana de la sociedad almeriense, a la que siempre quiere serle de ayuda.

Los niños hospitalizados y Almería Voley intercambian coraje