martes. 23.04.2024

ALMERÍA.- En pocas ocasiones se produce algo así, pero, valga la redundancia, así ha sido. A los ‘RedLynxes’ solo cabe felicitarles por el gran trabajo realizado en el Preeuropeo con sede única en Chipre para el Grupo D, cuatro victorias y dos derrotas para un total de 12 puntos. Tras seis meses sin competir, tras recuperar lo mejor que se ha podido las sensaciones en un verano que ha resultado muy duro para ellos, que han entregado a la causa de defender a su país, la misión ha quedado (casi) cumplida. No han podido ser primeros, porque Letonia suma otros 12 puntos, cuatro victorias igual, y dos derrotas también, pero tienen peor coeficiente de sets. Hasta ahí, todo ‘normal’ en cuanto a la tabla, pero la crueldad se esconde en que España, en cuatro días, le ha endosado un doble 1-3 a los letones, siendo mejor que ellos, pero sin la recompensa del pasaporte sellado y con la incertidumbre de si lo lograrán en enero.

Será cuando se disputen los demás grupos y todo ‘pinta’ que sí por méritos propios y grandes resultados. Es más, una distribución desequilibrada de equipos en todos ellos ha hecho que la CEV estime compensar a los segundos en oportunidades, y para ello eliminará los resultados que tengan contra los que queden últimos de cada grupo. Esto es bueno para los ‘RedLynxes’, puesto que ‘borrarían’ su principal caída estos días, la no esperada, contra la anfitriona Chipre. No se tendría en cuenta esa derrota, ni tampoco la victoria ante ellos cosechada en la jornada inaugural, pero el coeficiente sería mejor, con tres victorias y una derrota. Y es que el gran mérito de este grupo fue el levantarse tras caerse, una metamorfosis de ‘lince rojo’ al que le salen alas para remontar el vuelo.

Inicio como un tiro, dos de dos, tropiezo contra la Moldavia de Voleanschii, jornada de descanso y regreso con uno de esos palos que duelen en el alma, ante todo por la impotencia de no poder entrar en el segundo partido ante Chipre. Había que dar el do de pecho y así se hizo, doblegando por segunda vez a Letonia y demostrando que se es mejor, y rematando frente a Moldavia un gran torneo. El secreto lo desvela el central de Unicaja Almería, Alejandro Vigil: “Hablamos entre nosotros y vimos que era inútil preocuparse de cosas que no podemos controlar, así que cada uno dio el máximo que podía dar y a partir de ahí todo fue a mejor”. De hecho, es puede que sea la mejor lectura a hacer, como afirma el también central ahorrador, Miki Fornés: “Algo muy positivo que podemos sacar de esta competición es que después de las dos derrotas pudimos recuperarnos para ganar los dos partidos siguientes y acabar segundos de grupo”. En definitiva, es el sentido de unión el que sobrevuela.

De ese modo lo ha resumido Guille Carmona, segundo entrenador blanquiverde y estadístico de España: “Es el espíritu, estar unidos en ese momento, porque cuando las cosas salen bien, todo el mundo se sube al carro, pero si se desvían los objetivos es cuando hay que unirse, replantearse la situación y de ver que estamos otra vez en un objetivo común, representando a nuestro país, sacar las cosas adelante solo porque hay mucha gente detrás que nos apoya día a día, y asumir que lo tenemos que hacer por ellos y por nosotros mismos”. Ese ha sido el camino que se ha andado para “haberse sabido rehacer de las dificultades en un partido muy difícil con Letonia después de esas dos derrotas” y se vio “un equipo espectacular, con una intensidad y una garra que pocos pueden lograr, siendo de admirar el trabajo de los chicos”. A Fornés le sale un balance positivo: “Como siempre digo, en este tipo de competición no te puedes relajar en ningún partido, y se ha demostrado una vez más”.

Además, añade que “es verdad que ha sido un periodo más complejo que los demás y se ha notado en nuestro ritmo de juego durante la competición, sobre todo en los partidos que perdemos contra Moldavia y Chipre”. Y claro que cabe la autocrítica, la que hace Vigil: “Creo que podíamos haber jugado mejor algún partido, pero creo que todo el mundo ha hecho lo posible para estar donde estamos, así que nada más que añadir”. El asturiano ha ido de menos a más, como todos en el grupo, algo que es de pura lógica “Pues al principio no muy cómodo, pero en los últimos partidos ya se empezaba a notar cómo costaba menos jugar y era más fácil concentrarse en el juego; ha pesado que en comparación al tiempo que llevábamos parados no hemos tenido mucho tiempo para prepararlo”.

Por último, para Guille Carmona “tenemos que darlo como positivo, y es verdad que en los dos partidos perdidos no supimos entrar, no salieron las cosas tal y como las esperábamos y no pudimos ganar, pero al final el trabajo realizado ante Letonia es bastante satisfactorio, sí salió lo planteado y en general es positivo, porque tenemos prácticamente hecho el pase al Europeo con el gran trabajo de estos días, muy duro, muchos partidos en pocos días, intenso…”. En cuanto a su balance personal, “muy contento, mejor de lo esperado, porque siempre se va con nervios a la primera vez”. Amplía: “No solo el trabajo, sino la experiencia acumulada es muy satisfactoria; me llevo en la maleta un gran recuerdo, de jugadores, de técnicos, que me han acogido en su seno, porque ellos se conocían, y me ha hecho sentir uno más, de los que he aprendido mucho, de todos, sabiendo trabajar duro en circunstancias muy difíciles”.

A los Linces Rojos les salen alas y remontan el vuelo
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