Germán Guirado
ALMERÍA.- Han pasado ya tres meses desde que vio la luz el último poemario de Germán Guirado, ‘Ni una palabra de esto’ (La Oficina Ediciones Culturales), pero la vigencia de su poesía se sigue reclamando en los reductos culturales de la capital almeriense. Es el caso de la sede de la asociación cultural La Guajira, en donde el poeta almeriense estará este viernes, día 24 de abril, a partir de las 20.30 horas.
Aunque no lo hará solo. A sus versos le acompañará el contrabajo de Ginés Peregrín, viejo conocido del escritor, con quien, según declara, consigue aunar sus dos grandes pasiones: poesía y música. “Puestos a elegir, buscas un buen músico con el que sentirte seguro y con una sensibilidad artística especial, algo de lo que Ginés anda más que sobrado”.
Además, Guirado asegura sentirse fascinado por el versátil sonido de este instrumento, que se encuentra en perfecta resonancia con su poesía: “Es la dulzura melódica pero también esa turbulencia inquietante y grave, ingredientes que intento poner a macerar en mis poemarios”, concreta.
‘Ni una palabra de esto’ se presentó en público por vez primera el pasado 23 de enero en las instalaciones de la asociación La Oficina, la entidad editora responsable de su publicación, y posteriormente pasó por el local de la librería Zebras. Ahora le toca el turno a La Guajira, una parada obligada en el periplo cultural “pues me parece un lugar necesario para la cultura, para una cultura libre de dictaduras institucionales”, como explica Germán.
Y allí va a aterrizar, cargado de versos lacerantes, a veces tiernos, a veces crudos, pero que a nadie dejarán indiferente y que integran la mayor parte de este nuevo libro, el tercero de la bibliografía de este poeta que se estrenó publicando en el año 2007 con ‘Menos tú’ en El Gaviero Ediciones, poemario al que siguió ‘Escritos de lápiz de labios’ (Ediciones Vitruvio, 2012).
En cuanto a su contenido, parece que los temas sociales han dejado espacio a su propia visión del amor y a la metapoesía, tan presente en sus obras anteriores. Asimismo, el tiempo y la muerte siguen apareciendo en el horizonte de sus versos como “protagonistas inevitables”, como él mismo afirma. A todo ello se une la gran presencia de la poesía narrativa, patente incluso en los epigramas que contiene el libro.
