Raimundo Amador
ALMERÍA.- El numeroso combo Gabacho Maroconnection y el inconfundible Raimundo Amador serán los encargados de poner el cierre este fin de semana a #Alamar2015, el festival de músicas del mundo que este año ha concentrado seis conciertos desde el martes 21 hasta este domingo, día 26. El grupo formado por españoles, marroquíes y franceses actuará el sábado, mientras que el concierto del artista sevillano será el domingo. En ambos casos será en la Plaza Vieja, a partir de las 22 horas y con entrada gratuita, como todas las citas de este ciclo.
Gabacho Maroconnection está formado por Hamid Moumen, voz y guembri; Jaouad Jadli, voz y percusión árabe; Antonio Lizana, saxofón tenor y coros; Charley Rose, saxofón alto y coros; Frédéric Faure, percusión africana, n’goni y coros; Eric Oxandaburu, bajo eléctrico; Willy Muñoz, teclados; y Vincent Thomas a la batería. Sus conciertos se definen como una auténtica fiesta de ritmos marroquís, recogiendo también herencias del gnaoua, la música africana, el jazz, el flamenco y la tradición bereber, trascendiendo así estilos y fronteras.
Su primer disco ‘Bissara’ está formado por composiciones de creación propia. Fue grabado en la vecina ciudad de Granada y refleja esas influencias gnawa, bereber, árabe y jazz de este colectivo. Se lanzó en mayo del pasado año con el sello Label Oued y cosechó críticas positivas en medios como El Mundo, El País, Radio 3 o Ruta 66.
Raimundo, una institución
El gran cierre a esta propuesta multicultural será el domingo, día 26, con el concierto de Raimundo Amador, uno de los pioneros y máximos exponentes de la fusión entre el flamenco, el blues y el rock. La trayectoria profesional de Raimundo es apabullante, desde su participación en el histórico disco ‘La Leyenda del Tiempo’ de Camarón de la Isla, su paso por el transgresor grupo Veneno, junto a Kiko Veneno, sus años en Pata Negra y también como solista, camino en el que cosechó una gran amistad personal y musical con el recientemente fallecido B.B. King, leyenda mundial del blues.
Su discografía en solitario arrancó con ‘Gerundina’ en 1995, tomando el nombre de su guitarra, al igual que B.B. King llamaba a las suyas ‘Lucille’. Junto a ‘En la esquina de Las Vegas’, que se lanzó dos años más tarde, forman la base del sonido característico del artista: raíz flamenca en la base, espíritu de blues en los solos y la dinámica y aportes de rock en su justa medida. Así quedó reflejado en ‘Noche de Flamenco y Blues’, registrado en directo en la Plaza de las Ventas y que, posiblemente, sea su mejor creación. Aún llegarían, tras el cambio de siglo, cuatro discos más: ‘Un Okupa en tu Corazón’, ‘Isla Menor’, ‘Mundo Amador’ y ‘Medio Hombre, Medio Guitarra’.
