sábado. 20.04.2024

Amparo Cañadas Godoy fue una gran mujer nacida el 24 de marzo de 1928 en Almería, madre de siete hijos, esposa de Juan Antonio Salvador Guzmán y domiciliada en la calle Segovia número 11 del barrio de Ciudad Jardín. Antes de ello vivió buena parte de su vida en la calle Poeta Paco Aquino. Murió el 3 de septiembre de 1999. Hija de José Cañadas Padilla, un maestro de obras del barrio de Pescadería y de Amparo Godoy, matrona de un hospital de Almería llamado 18 de Julio y que hoy ya no existe.

La de Amparo Cañadas Godoy es, entre otras muchas cosas, la primera historia de dimequienfue, un modelo de pseudo red social amable de personas ausentes, de anónimos, de micoblogs encadenados, en la que vamos a tratar de dejar un pequeño legado a sus nietos, y a los hijos de éstos, para que puedan tener acceso a un mínimo relato de su antepasado.

Amparo fue nada menos que alumna de Celia Viñas en el centro educativo que hoy lleva su nombre, pero está condenada al olvido, como tantas otras y otros, por el mero hecho de haber muerto antes del verdadero desarrollo de internet. No tenía, por tanto, redes sociales en las que dejar para la posteridad imágenes de su vida, sus ideas, anhelos o pensamientos. 

Pero el hecho de haber nacido y vivido antes de la irrupción de internet en nuestras vidas, de la digitalización de nuestra historia, no debe relegar a esas personas a desparecer. Por ello nos hemos propuesto contar, reunir, almacenar, las historias de esas mujeres y hombres de quienes hoy no encontrarás nada en los buscadores como Google o Bing. Pretendemos darles un pequeño lugar para, sencillamente, mantener su recuerdo. Si dentro de unos años un biznieto de Amparo Cañadas Godoy puede leer un relato sobre su bisabuela, incluso comentarios de las personas que la conocieron, esta experiencia editorial habrá valido la pena. Si esa persona que encuentre esa información mínima puede hacerse una minúscula idea de cómo fue, de quiénes vivieron a su alrededor porque junto a ella aparezcan otras personas que como ella vivieron en la misma calle o estudiaron en el mismo centro educativo, habremos tenido un éxito sensacional.

Amparo Cañadas, en el centro de la imagen, con sus inseparables amigos María Elvira de Los Santos y Salvador Bautista
Amparo Cañadas, en el centro de la imagen, con sus inseparables amigos María Elvira de Los Santos y Salvador Bautista

Amparo Cañadas Godoy, nuestra primera protagonista, era una extraordinaria cocinera. Absolutamente famosa en su círculo familiar y de amistades por sus empanadillas con masa de aceite frito y vino blanco, o unos calamares rellenos con los que se saltaban las lágrimas. Y no había cena de navidad o gran acontecimiento familiar sin esos platos sobre la mesa.

Su vida estuvo marcada por la muerte de su hermana Francisca Cañadas Godoy que cometió un enorme desaire social de esa época, es decir, marcharse a Fiñana a vivir con un hombre del que se enamoró y que ya tenía hijos de un anterior matrimonio. De esa pareja nacieron creo que cuatro hijos, espero que si no es así alguien lo pueda corregir porque esta historia no debe terminar aquí, sino que debe ser escrita por todos aquellos que la conocieron y quieran compartir parte de su recuerdo. Esos hijos fueron Amparo Tristán Cañadas, José, Emilio y María Eladia. 

Francisca murió joven y Amparo Cañadas casi que convirtió a Amparo Tristán, que tomó los hábitos como religiosa, como esa octava hija que le hacía tener a su amada hermana cerca de ella hasta el mismo día de su propia muerte. 

Amparo Cañadas era ama de casa, cantaba mientras fregaba y se movía por su hogar como una especial gracia porque, casi ciega por la diabetes, veía todo lo que necesitaba ver. Quienes la conocieron casi que pueden asegurar que tuvo una ceguera selectiva. Tuvo carné de conducir, pero nunca cogió un coche y jamás hizo un examen o tomó una clase. Cosas de la época que a ella le resultaba gracioso contar.

Vivía para salir a la calle. Le encantaba. Su casa le atrapaba y en la playa, a pocos metros de su hogar encontraba ese gran paraíso en el que ella realmente disfrutaba casi todos los días del año, hasta que la salud se lo permitió. Su compañera de caseta de playa en los bajos de Villa Pepita, su vecina de hamaca, su bastón para bajar por la calle García Cañas hasta la orilla del mar fue su inseparable Loli, viuda de Raposo.

A Amparo no le trató bien el destino en sus últimos años. Mala salud, la diabetes y la insulina la devoraron en vida. Líos familiares que no le permitieron tener a su rebaño recogido como a ella le hubiese gustado, hicieron de su última etapa entre nosotros un tanto gris. No obstante, sí que tuvo una gran alegría en los últimos compases de su vida. Después de una verdadera legión de nietas, llegó el nacimiento de su primer nieto varón, Javier Salvador Torres, que ella hubiese querido que se llamase Juan Antonio, como su marido, y a lo que yo como padre de ese Javier Salvador me negué. Apenas disfrutó mínimamente de él un par de años. Amparo Cañadas Godoy era mi madre, y le hubiese encantado conocer y malcriar a Elena, la hermana de Javier, porque su rebeldía le hubiese recordado a mí, el menor de sus siete hijos y el mayor de sus tormentos.

El resto, que lo cuenten si quieren aquellos otros que la conocieron.

Sus hijos descendientes son: María del Mar, Juan José, Antonio, Paquita, Amparo, Pepe y yo, Javier Antonio Salvador Cañadas.

Quienes quieran contar la historia de su familiar o enriquecer otras que existirán, podrán hacerlo en quienfue.es. Por ahora, mientras subimos la primera versión del sistema pueden enviarlos a [email protected] o [email protected]

Quién fue Amparo Cañadas Godoy
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