Depósitos
ALMERÍA.- El alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, ha visitado los depósitos de agua de Santa Isabel aprovechando el vaciado de sus vasos en el marco de las labores de mantenimiento. Una tarea de limpieza y desinfección que los operarios de Aqualia (empresa concesionaria de la gestión del agua en la ciudad) realizan periódicamente en todos y cada uno de los 22 depósitos de agua que tiene la capital. Una labor que supervisa el Ayuntamiento de Almería y que permite que todos los almerienses disfruten de agua “de muy buena calidad” cada vez que, en sus casas, abren el grifo.
Así lo ha señalado el regidor que ha tenido la oportunidad de conocer, desde dentro, los depósitos más antiguos de Almería. Datan de 1888 y, desde entonces, están en uso. Reciben el agua desde La Pipa Alta y desde allí la distribuyen a través de la red de abastecimiento a toda la zona centro y buena parte de Pescadería, explica el responsable de Aqualia en Almería, José Antonio Colomina.
Los depósitos de Santa Isabel cuentan con dos vasos con capacidad para 3.000 metros cúbicos cada uno y, cada día, abastecen a casi el 20% de la población de la capital (unos 40.000 almerienses) con casi 5.000 metros cúbicos.
Arquitectura de “singularidad única”
Acompañado por el concejal de Servicios Municipales, Juan José Alonso, y la concejala delegada del área de Familia e Igualdad de Oportunidades, Rafaela Abad, el alcalde ha conocido cómo son las tareas de mantenimiento de unos depósitos con una arquitectura “singular” y “patrimonio” de todos los almerienses. Los de Santa Isabel son unos depósitos que simulan arquitectónicamente los antiguos aljibes árabes. Cuentan con techos abovedados y varias filas de arcos. Los respiraderos que sobresalen en cada una de las bóvedas permiten, cuando están vacíos, disfrutar de unos juegos de luces “de singularidad única”.
Junto a responsables y operarios de la empresa Aqualia, Fernández-Pacheco ha comprobado cómo se desarrollan las tareas de limpieza de este tipo de depósitos y se ha mostrado “contento con el trabajo realizado que, a la postre, permite a los almerienses estar tranquilos y sentirse afortunados de, a pesar de vivir en una zona pobre en recursos hídricos, tener garantizado el consumo de agua de calidad”.
“Hemos comprobado cómo las tareas de limpieza y desinfección (que se prolongan entre dos y tres semanas en función del tipo de depósito sobre el que se actúa) se realizan con eficiencia” en la capital, ha insistido el alcalde, que ha insistido en la importancia de comprobar constantemente la calidad del suministro del agua.
