ALMERÍA.- UNICEF acaba de reconocer la labor de los tres centros gestionados por FAAM, Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad, que prestan atención educativa infantil en el levante almeriense. Se trata de las Escuelas Infantiles La Pernera en Antas y Luis Siret y Palomares, en Cuevas del Almanzora, centros adheridos a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y de titularidad municipal.
Concretamente los centros de Cuevas del Almanzora han alcanzado el nivel dos de este reconocimiento y el de Antas el nivel uno, ambos para los dos próximos cursos escolares, La comisión evaluadora del programa afirma que ser reconocido como Centros Referentes en Educación en Derechos de la Infancia implica un vínculo mediante el cual el centro educativo, junto con el programa de Educación en Derechos de UNICEF, promueve la educación en derechos de infancia como eje vertebrador de una educación transformadora capaz de dar respuesta a las necesidades y compromisos que requiere el ejercicio de la ciudadanía global en la sociedad actual. El objetivo de este programa es situar a cada infancia y sus derechos en un lugar destacado de la vida escolar, guiándose por los principios de inclusión, solidaridad y equidad.
Por otra parte esta distinción también reconoce a los equipos profesionales que hacen posible tenerla y que los identifican como un referente en la implementación de los derechos de la infancia en la vida escolar.
Valentín Sola, Presidente de FAAM afirma que esta distinción es todo un aliciente, “ ya que una entidad como UNICEF dintinga nuestra labor en la atención a los más pequeños nos empuja a seguir trabajando siguiendo los mismos parámetros de calidad”. lFAAM trabaja bajo el Sistema de Gestión de Calidad según la norma ISO 9001:2015, y la norma ISO 14001:2015 de Gestión de Medio Ambiente.
A las escuelas infantiles de FAAM acuden a diario 204 niños que reciben una atención educativa individualizada para favorecer el desarrollo integral de menores con edades comprendidas entre las 16 semanas y los 3 años. Además se promueve el desarrollo de su personalidad y de sus habilidades psicomotoras, cognitivas, sociales y afectivas.
El reconocimiento es sólo un hito dentro de un proceso que comienza cuando un centro inicia un proyecto de educación en derechos y que continúa más allá de la concesión, en un proceso de mejora permanente afirman desde la comisión evaluadora de UNICEF.
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