jueves. 25.04.2024

ALMERÍA.- El Ilustre Colegio de la Abogacía de Almería ha acogido este viernes un nuevo acto de jura o promesa por el que once letrados se suman a las filas del órgano colegial. Savia nueva que refuerza a la organización más veterana de este tipo en la provincia almeriense, que mes tras mes aumenta el número de abogados que forman parte de su historia y legado. 

En concreto, han jurado o prometido en esta ocasión María José Matarín Gómez; María Dolores Castillo Viñolo; Lucía Álvarez Sánchez; Francisco José Hernández Hernández; Antonio Manuel Fernández Milán; Ramón Jesús Fernández Lazo; Luis María Rovira Moya; José Antonio de la Torre García; Coral Torres Ferrer; Miguel Ángel Fernández Romacho, y Manuel Jesús Lázaro Morales.

Han sido sus padrinos, respectivamente, María Dolores García Salcedo; Noelia Carmona Pérez y Francisco Luis Per; Juan Carlos Vélez Gázquez; Eloisa Celia Fernández Peña; María Esther Gómez Fernández; José Enrique Rubio Castillo; María José Rovira Moya; María Dolores Maldonado Lozano; Juan Antonio Cervantes González; Rafael Torres Parrilla, y Juan Checa García.

El padrino responsable de dirigirse a los nuevos colegiados ha sido María Dolores Maldonado, quien ha asegurado que revivía su jura como “un día cercano” a pesar de que fue hace 30 años, recordando los “nervios” de la primera vez que se viste la toga y recordando y el apoyo de su “maestro de maestros”, Rafael Lozano.

“En nombre de esta casa os abro sus puertas como miembros de la abogacía”, ha dicho la madrina, a estos nuevos letrados cuya jura o promesa le rememoraban los  de una “abogada incipiente, con inquietud por el futuro, orgullo por sus maestros y con la mirada de satisfacción de sus familiares”.

Ha defendido que esta profesión es algo más que un trabajo o un medio de vida. “Es una forma de vida. Sólo quien la entienda como tal puede dedicarse a ella”, ha aseverado, resaltando que será una dedicación casi exclusiva, llena de trabajo y estudio para trabajar por la sociedad y los ciudadanos con una labor “muy exigente, llena de sinsabores y a la par de recompensas”.

Ha incidido en que los abogados son un elemento integrador de la sociedad en cuyas manos está la defensa de los intereses de la ciudadanía, una defensa que se hace dese “la libertad”. Eso sí, ha advertido, en las manos de estos profesionales está “el futuro” de aquellos que acuden a sus despachos, algo que es una “gran responsabilidad”.

Además de por el trabajo y el estudio diario, ha sostenido que es precisa la pasión, pero también el esfuerzo, pues el éxito sólo puede llevar combinando ambos. Por ello, ha animado a los nuevos letrados a defender cada asunto como si fuese propio y tener la satisfacción del deber cumplido y de saber que se ha dado “hasta el último aliento”.

“No hay asunto pequeño. El más pequeño de los asuntos es la máxima preocupación de quien lo encomienda”, ha recalcado para añadir acto seguido que un buen abogado también precisa de humanidad y sensibilidad, así como de “honradez y manos limpias”.

“No se ejerce la abogacía desde la soledad de un despacho”, ha añadido la letrada, quien ha animado a los miembros del colectivo a rodearse de compañeros de “penas y fatigas”.

Sobre los retos de la justicia y de la abogacía en concreto, ha manifestado que los abogados son “luchadores capaces de afrontar cualquier reto”,  si bien ha incidido en la necesidad de abordar más el derecho de la prevención -a través, entre otros, de la mediación-, y de lo fundamental de garantizar el cumplimiento normativo, para alcanzar una sociedad “más justa y equilibrada”.

El decano, Juan Luis de Aynat, ha alabado la intervención de la abogada Maldonado, coincidiendo con ella en los argumentos principales de su exposición.

Once letrados se suman a las filas del Colegio de la Abogacía de Almería
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