Endesa inició este proyecto en 2006 con estudios experimentales que poco a poco se fueron asentando, gracias a la colaboración de numerosas universidades andaluzas, entre ellas la de Almería. El aprovechamiento de estos microorganismos unicelulares que llevan en nuestro planeta desde hace 1.500 millones de años, ha permitido a muchas pequeñas empresas desarrollar un mercado nuevo, gracias a la industrialización del proceso de obtención de productos de alto valor añadido a partir de las microalgas.
El proceso se inicia en el cepario o zona de inóculos, donde se generan y mantienen las microalgasen pequeños volúmenes con el objetivo de obtener un cultivo de gran calidad, con densidad celular óptima y en un volumen suficiente que permita crear cultivos a escala industrial. Tras la obtención de este compuesto, se pasa al cultivo intensivo y controlado de las microalgas en fotobiorreactores, diseñados especialmente para permitir la forma más eficiente del paso de la luz, necesaria para la fotosíntesis.
El último paso es el cosechado de la biomasa de microalgas, obteniendo el producto final en formato de pasta fresa o seca, liofilizada. Así se lo ha contado a los alumnos de Carboneras desde la propia central, el técnico y experto en este proyecto Miguel Gutiérrez Díaz.