jueves. 25.04.2024

ALMERÍA.- Alrededor de doscientos vehículos, -motos, coches particulares y de reparto, camiones y furgonetas- han participado esta mañana en la caravana de protesta convocada por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL) cuando se cumple el primer aniversario del inicio de la pandemia y como consecuencia de ello del cierre de la hostelería. Con una sonora pitada por el centro de la ciudad con paradas en la delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía y la Subdelegación del Gobierno, los hosteleros han querido evidenciar su indignación ante la “inaceptable realidad de que España sea el país de la Unión Europea que menos ayudas directas ha dado a la hostelería; y que Andalucía sea la comunidad española que menos ayudas ha dado al sector”.

La protesta, que se ha llevado a cabo paralelamente en todas las ciudades andaluzas por iniciativa de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, ha sido secundada por bares, restaurantes, ocio nocturno, discotecas, salas de fiesta,  caterings y eventos, así como alojamiento turístico en su conjunto con hoteles, hostales, pensiones, campings y  apartamentos turísticos, junto con las empresas de distribución, suministros y la industria auxiliar que se sienten “abandonados” después de “un año de ruina”. A la caravana de vehículos también ha asistido Francisco Villacreces, de Adisthal, Asociación de Distribuidores de Almería, que ha aportado sus camiones y furgonetas de reparto al sector de la hostelería

Tras la marcha, la junta directiva de ASHAL ha protagonizado un acto a las puertas de la Subdelegación donde se ha leído un manifiesto en el que han puesto énfasis en el motor económico y de empleo que supone un sector que después de “un año desde el inicio de esta pesadilla” aún no ha recibido ayudas, “un sector que nunca ha pedido y siempre ha aportado riqueza” y que clama porque no se celebre un segundo aniversario “porque a eso no llegaremos”.

“Queremos trabajar y tenemos que recibir ayudas que ya van tarde. Necesitamos que la vacunación se agilice. Exigimos comprensión de nuestros gobiernos y empatía, pero sobre todo lo que exigimos es compensación por el tremendo daño que se nos ha hecho”, ha señalado como resumen el presidente en funciones de ASHAL, Pedro Sánchez-Fortún, ante unos cubos de basura donde se han depositado, de forma simbólica, las llaves de los establecimientos “arruinados”.

Texto del manifiesto

En Almería, a 16 de marzo de 2021

La Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía y la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería, Ashal, en coordinación con todas las demás asociaciones y federaciones españolas del sector, y ante la inaceptable realidad de que España sea el país de la Unión Europea que menos ayudas directas ha dado a la hostelería; y que Andalucía sea la comunidad española que menos ayudas ha dado al sector, firman en el primer aniversario de la pandemia el siguiente

MANIFIESTO

Todo el sector de la HOSTELERÍA, que engloba a bares, restaurantes, ocio nocturno, discotecas, salas de fiesta, caterings y eventos, así como alojamiento turístico en su conjunto con hoteles, hostales, pensiones, campings y apartamentos turísticos, junto con las empresas de distribución, suministros y la industria auxiliar, conmemoran hoy un año del inicio de la pandemia del covid-19. Un año de abandono, un año de ruina.

Vaya nuestro primer recuerdo para todos los fallecidos por esta enfermedad y para los que han sufrido sus consecuencias desde el punto de vista médico y sanitario. Todo nuestro sector está con los afectados, sus familias y sus amigos. Y por supuesto, una mención muy especial para todos nuestros trabajadores, que son nuestra familia.

La hostelería no puede aguantar más. Un año después del inicio de las restricciones y del abandono de las instituciones, la situación del sector es crítica. Alarmante. Realmente estamos ante la última oportunidad de salvar un pilar básico de la economía española y andaluza. No hablamos de rentabilidad, hablamos de supervivencia de empresas. De puestos de trabajo. De personas.

Un año después, nos encontramos ante un dato aplastante: España es el país de la UE que menos ayudas ha dado a la hostelería, según un estudio de Competur. El Gobierno de España, que es el país que lideraba el ranking mundial de Competitividad Turística antes de la pandemia, no ha sabido o no ha querido apuntalar con un rescate económico a una actividad que en 2019 representó el 6,2 del PIB nacional y el 7% del andaluz.

En el conjunto de España, unos 85.000 negocios han cerrado definitivamente, según datos de la patronal nacional, con una pérdida de 300.000 empleos.


En Andalucía, estimamos que más de 10.000 establecimientos ya no volverán a abrir; y tenemos en la calle a casi 70.000 trabajadores. El tamaño del desastre es evidente. Y aún queda la finalización de los ERTE.

Según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), Andalucía representa el 20% de la pérdida total de empleo en el conjunto de la hostelería de España. Y a día de hoy, la única ayuda directa que la Junta de Andalucía ha dado a nuestro sector es un pago único de 1.000 euros a los autónomos. Muchos anuncios, muchos titulares, pero no recibimos nada. Nada.

Las instituciones llegan tarde. Las comparecencias de los responsables de las diferentes instituciones son rimbombantes, incluso exageradas. Muchos adjetivos sobre la supuesta magnitud de las ayudas. Pero hasta ahora sólo son palabras. Ha pasado un año desde el inicio de esta pesadilla y aún tenemos que denunciar que no recibimos ayudas. No sólo nos asiste la razón; nos asiste la Ley.

La hostelería ha mantenido desde el primer día una actitud colaborativa y propositiva. Hemos ofrecido nuestra disposición a participar en el diseño y aplicación de las restricciones, para modularlas y obtener el mismo resultado sanitario con la menor afectación posible a nuestro sector. Ni se nos ha escuchado.

Nuestra mano sigue tendida, pero no sólo necesitamos que nos oigan. Necesitamos trabajar. La hostelería se salvará sola, como siempre ha hecho. Nunca ha pedido, siempre ha aportado riqueza a Andalucía y a España. La hostelería no es un foco de contagio; es un foco de empleo.

Estos días se cumple el primer aniversario de la pandemia. No queremos que haya que conmemorar un segundo, porque a ese no llegaremos. Queremos trabajar y tenemos que recibir ayudas que ya van tarde. Necesitamos que la vacunación se agilice. Exigimos comprensión de nuestros gobiernos y empatía, pero sobre todo lo que exigimos es compensación por el tremendo daño que se nos ha hecho.

La hostelería seguirá aportando, si le dejan, su riqueza laboral, económica y social a Andalucía y al conjunto de España. Reiteramos otra vez nuestra disposición a ayudar, participar e intervenir en esta batalla contra el virus. Pero en el mismo bando, no tratados como enemigos o como obstáculos de gobiernos que no son capaces de ver que la realidad está en la calle y no en sus despachos.

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