jueves. 28.03.2024

ALMERÍA.- La Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas, COAG Almería, hace un llamamiento a la prudencia en el análisis de los datos arrojados sobre la Renta Agraria 2020 por el Informe ‘Macro-magnitudes Agrarias de Andalucía y Provincias’ de la Junta de Andalucía hecho público el pasado 29 de junio.

En este sentido, se recuerda que, ante las cifras publicadas, hay que tener en cuenta factores tan determinantes para el sector como la inestabilidad de precios (por ejemplo las pérdidas millonarias en la campaña de tomate, sandía y melón de 2021) o el desbordante problema de las importaciones de terceros países sin control de aranceles ni de etiquetado.

En concreto los datos relativos a la Renta Agraria del año 2020 arrojan, para Andalucía, una cifra total de 9.359.92 millones, de los cuales, 2.360,81 millones corresponderían a la provincia de Almería. Un dato que resulta coherente con el volumen de producción que se maneja en nuestra provincia con cifras de hasta 2.887,22 millones de euros.

Nos encontramos ante cifras macro-económicas que difícilmente se van a repetir durante la campaña 2021, que acaba de terminar, si nos remitimos a las pérdidas alcanzadas en el cultivo del tomate, la sandía o el melón, con déficits que superaran, de media y en muchos casos, los 50 millones de euros. 

Asimismo llama la atención, dentro de estas últimas cifras el que no se vea reflejada la subida de los costes de producción, constante cada temporada, ni los costes de mano de obra que llegan a suponer un 70% del total, en algunas explotaciones.

El segundo dato destacable es el relativo al número de Unidades de Trabajo Agrario (UTA), presentando un incremento del 3,7% lo que implica un aumento proporcional del empleo agrario así como una redistribución de la mencionada subida de la renta, que supuso un diferencial respecto a 2019 del 1,7% en toda Andalucía.

Tiempos difíciles para lo agrícola

El optimismo que se deriva de los datos arrojados por la Junta de Andalucía pide un llamamiento a la sensatez y a la prudencia en un sector que si por algo se caracteriza es por la fluctuación de resultados, la deriva en precios y la incertidumbre para encarar con tranquilidad el día de mañana. Una situación, si cabe, más remarcable en el caso de las peculiaridades de la provincia almeriense y, en general,  de los cultivos agrarios del territorio oriental de la comunidad andaluza.

En este sentido, una vez alcanzada el final de la Campaña de Frutas y Hortalizas 2021 y tras el conocimiento de cifras tan generosas para 2020, se hace más que nunca necesario recordar los problemas que atenazan el futuro del sector, obligando al agricultor, ahora más que nunca, a tomar importantes decisiones sobre el modelo de comercialización, enquistado ya en la zona. 

Las posibilidades de un cambio de rumbo con el que evitar tanto la inestabilidad de precios, que sufren directamente agricultor y consumidor, como la especulación y fraudes que los intereses de terceros imponen sobre la oferta y la demanda del mercado, son ya una realidad que hay que tener muy presente en el sector agroalimentario.

El aumento de la renta agraria en Almería genera también una subida en el empleo