jueves. 28.03.2024

ALMERÍA.- Llegó de nuevo a casa el curso pasado con la vitola de ‘infalible’ y la ha mantenido. Como ahorrador, llevaba dos etapas distintas con dos títulos de Superliga, y como ahorrador ha sido capaz de extender la racha a tres y tres. A Juanmi González precisamente el tres ‘le pone’, portador del ‘triplete’ y aspirante a repetirlo: “Luchar por los tres títulos es algo que me apasiona este año”. Realmente la media es incluso mejor, con cinco entorchados en sus cuatro temporadas, hasta ahora, en Unicaja Costa de Almería, y va a por más. Como ya se sabe, “no hay quinto malo’, y este año reconoce que optar al triplete es realmente lo que más le apetecía y lo que le motiva. El receptor onubense apuesta muy fuerte.

Eso sí, es lo suficientemente sabio como para saber localizar lo importante de verdad… y centrarse en ello. Lo hace con el ejercicio de la ‘Cátedra de Voleibol Juanmi González’, que tiene sede en Unicaja y en Costa de Almería, por separado y junto: “Renovar aquí significa seguir en casa; en Almería me siento así, es mi segunda casa, estoy muy feliz y muy a gusto, y no hay ni que decir que jugando en el mejor club de España se reafirma mucho más ese sentimiento, así que muy feliz y muy contento de seguir”. Desde luego sí a los títulos, pero con la felicidad por delante, un plan tan sencillo que pasa desapercibido para muchos, y tan bueno que al final, siempre, conduce a la satisfacción y la alegría.

Ese es el secreto ‘a voces’ de este jugador top internacional que ‘marca las diferencias’ desde su compromiso con el grupo por encima del lucimiento personal. Se llama ‘trabajo sucio’, que acompasa con acciones individuales de un rugido atronador. Todo eso fue lo que marcó a Unicaja Costa de Almería en la 2021/2022: “Me quedo, básicamente, con lo que todo el mundo veía desde fuera, que éramos un equipo, que nos compenetrábamos perfectamente, cada uno comprendiendo las virtudes y defectos de los demás, y estando ahí para aprovecharnos de esas virtudes y para ayudar en esos defectos del otro; palabra ‘equipo’, sin más, y espero que así sigamos en esta nueva temporada”.

De hecho, une un proyecto con otro, para que el nuevo complete lo iniciado por el anterior: “Jugar la Supercopa es el premio a todo lo que hicimos el año pasado”. Le tiene muchas ganas a ese título por varios motivos, uno de ellos que le dolió “ganar con Palma tener la opción de lucharla, verlos jugarla después y que no la aprovecharan (él ya estaba en las filas de Unicaja), así que espero que nosotros sí la aprovechemos”. Para lograrlo, confía en que haya “un equipo igual de compensado que el del año pasado; sinceramente, ya tenemos la experiencia de algunas inseguridades que tuvimos al principio con el tema de la recepción, que nos costó la Copa”. Lecciones y aprendizajes, cátedra, al fin y al cabo.

Por sus altas dosis de competitividad en el ADN, “dolió bastante no poder ganar la Copa del Rey, pero sacamos ese título de la Superliga, que al fin y al cabo es más importante”, reconoce para añadir que “aunque la Copa es muy bonito, los playoffs demuestran la continuidad y el esfuerzo de todo el año, y la Supercopa es el premio del año tan bueno que hicimos”. Además, hay defensa del título liguero, y eso “supone que marcamos una diferencia bastante contundente en rendimiento continuo, y lo que buscamos esta año es lo mismo”. Mismos pilares, “queremos ser un equipo y una piña, como el año pasado, e intentar ganar, lucharlo todo; que después se pueda es otra cosa, pero lucharlo todo”.

Su referida sabiduría le lleva a mirar los errores propios y a nunca menospreciar el mérito del adversario, y por ello es consciente de la tamaña dificultad que supone ganar siempre, en cada partido: “El mercado de fichajes demuestra que España sigue creciendo, que la  Superliga sigue mejorando; no se puede decir que esté en el ‘top 3’ de las ligas europeas, pero sí podemos plantarle cara a cualquiera; lo constata que los equipos se han reforzado muy bien, se están haciendo plantillas muy, muy fuertes, y eso nos benéfica a todos”. Los rivales más fuertes, “al final, como siempre, los que tienen más dinero, y los que siempre han estado arriba, como Teruel, que va a ser un equipo a batir también, obviamente”.

Su deseo, “ojalá salga Palma, aunque no sé en qué condiciones”, y añade en la quiniela de los aspirantes a Manacor, siempre con la idea de que “se va a decantar por lo que se está viendo estos años”. Todo en conjunto le motiva: “Esta temporada, individualmente espero encontrar la continuidad que por momentos tuve el año pasado, reafirmarme en ello y que sirva al máximo al equipo para que, colectivamente, podamos optar al mayor número de títulos posible”. Una vez más, el equilibrio: “Los clubes necesitan títulos y nos movemos por eso, pero, al fin y al cabo, para mí lo importante es hacer un año en el que entrenemos y juguemos a gusto y estemos felices dentro del campo”.

Aspecto clave, la grada del Moisés Ruiz, en una comunión perfecta por la fluye de modo natural esa felicidad: “De la afición solo tengo palabras de agradecimiento por lo del año pasado y espero por favor que vuelva a hacer lo mismo este año; se vio que gracias a la grada pudimos remontar la semifinal de los playoffs; nos dieron la vida, y es lo que quiero repetir”. Va acorde con su percepción de Almería: “Mi vida aquí la defino en una palabra, ‘fácil’; ciudad muy cómoda, con mucho sol, con unas playas espectaculares, un ambiente que personalmente me viene bien, porque no es de fiesta increíble, pero cuando sales te encuentras el justo, me encantan los bares para desayunar, el paseo marítimo…”.

El lujo de mantener la ‘Cátedra de Voleibol Juanmi González’