sábado. 20.04.2024

ALMERÍA.- La delegada de Cultura y Patrimonio Histórico, Eloísa Cabrera, ha visitado las obras de reconstrucción del Muro de la Vela en el primer recinto de la Alcazaba, acompañada de la directora del Conjunto Monumental, Gema Embi y del arquitecto y director de la obra, Pedro Gurriarán. Unos trabajos que comenzaron el pasado mes de enero y que estarán listos a finales del mes de junio. 

Pedro Gurriarán, director de obra, ha recordado que el Muro de la Vela es uno de los lienzos de muralla más representativos de La Alcazaba. Separa el primer y el segundo recinto y la intervención consiste en la corrección de restauraciones que se hicieron en el Siglo XX, “porque este elemento defensivo más que restaurado estará reconstruido”, destaca el arquitecto. Los objetivos iniciales de esta restauración han sido avanzar en el conocimiento del monumento, garantizar su protección y conservarlo de forma adecuada y coherente con los criterios históricos y tecnológicos originales, así como erradicar patologías y evitar su aparición en un futuro.

Durante la visita técnica, Gurriarán ha explicado que en los trabajos de rehabilitación han aplicado “enlucido de cal, que era el material que se usaba históricamente, concretamente en el siglo XVII. Al poner el nuevo enlucido el color ha cambiado- añade el arquitecto - ya que los tonos terracota no eran reales, a pesar de que se usaron en el siglo XX”. En los trabajos de investigación realizados en el Muro de la Vela, en la Torre Norte, descubrieron que el enlucido original que tenía era blanco. “La Alcazaba siempre ha tenido unos tonos más claros de los que estamos acostumbrados a ver en el siglo XX”, detalla Gurriarán. 

Los principales problemas patológicos que han presentado estas defensas tienen que ver con la acción medioambiental y, sobre todo, con las filtraciones de agua que ocasionan fuertes humedades a través del paso de ronda. Al encontrarse esta construcción profusamente restaurada, se ha intervenido sobre elementos que ya habían sido modificados. Unas actuaciones pasadas, que supusieron un profundo cambio en la fisionomía general de esta muralla.

Partiendo del estudio y conocimiento de la morfología y forma de construir el elemento original, el criterio de restauración se ha basado en consolidaciones discretas adoptando materiales y fábricas similares a las originales, pero perfectamente definida la separación con ésta. En las partes que estén desaparecidas, no es posible adquirir datos fiables, lo que conllevará necesariamente a la restauración de las intervenciones del siglo XX, sin posibilidad de corrección formal o arqueológica.

La Alcazaba culminará las obras del Muro de la Vela a finales del mes de junio
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