viernes. 19.04.2024

Víctor Viciana en un entrenamiento

ALMERÍA.- Fue con el tanteo 22-11 cuando Manolo Berenguel se giró e hizo real un sueño, el de uno de los mejores jugadores que haya dado la Superliga. Durante la semana se había ‘pactado’ que podría producirse la vuelta de Víctor Viciana a las canchas tras diez meses y después de haber superado una ‘sentencia de muerte’ escrita por varios médicos. La fe, la constancia y también la vuelta a su casa, por toda la atención recibida, han hecho posible que el zapillero la anulase para convertirse en el hombre más feliz del mundo el sábado por la noche: “No pensaba que iba a llegar tan pronto el día en el que debutara otra vez, pero la ilusión que me hizo y el cariño de la gente la verdad es que es una auténtica pasada”.


Solo él sabe lo que lleva detrás el poder ponerse al saque ante su último equipo, en cuyas filas se lesionó: “Hace nueve meses de la cirugía y diez desde la lesión, y sinceramente nunca tuve la esperanza de volver a jugar, incluso hubo médicos que me dijeron que era una lesión muy grave que retira a jugadores; hasta que no encontré al médico adecuado que decidió operarme y darme la esperanza de que podía volver a jugar no tuvo la ilusión; con sacrificio, con trabajo de la gente que me rodeaba, mi familia, mi pareja, esto ha salido adelante”. Después llegó el pacto y el míster lo reclamó: “La verdad es que le dije que no me sacase si la cosa iba bien -entre risas-, pero fue un premio por el trabajo también de Chema”.
Saltó a la pista con el opuesto, al que dejó solo para que firmase el punto 24 de ese primer set, suponiendo su primer balón, al saque, también punto: “Iba un poco pensando en meter el balón, porque llevo una semana sacando en salto, y eso es una anécdota, ya que lo importante es verme con capacidad de ayudar al equipo; he vivido con impotencia desde el banquillo hasta ahora cuando los compañeros lo pasaban mal en pista, la peor sensación que he tenido nunca”. Todo ello pasó ya y reconoce que le hizo mucha ilusión que su familia y su novia lo viesen regresar al campo: “La verdad es que fue muy bonito, siempre lo recordaré, y se me saltaban las lágrimas, aunque lo disimulé”.
La lectura extractada principal es que “Manolo ya sabe que puede contar conmigo en adelante”, asevera, por lo que no se queda en un solo gesto: “El equipo hasta ahora está jugando muy bien y Rubén está haciendo un papelón, es espectacular, pero ya me veo con capacidad para ayudar, tengo muchísima más seguridad en mi pierna, recuperando mi masa muscular, cómodo, no pienso tanto en el dolor y sí más tácticamente en el campo; claro que fue un premio, diez meses soñando con ese momento, con muchas ‘caídas’ anímicas, lo psicológico que tienen estas lesiones al pensar que no llegas”. Sí ha llegado, como las también lo han hecho las numerosísimas felicitaciones por todos los medios posibles.
En ese sentido, Viciana se siente afortunado: “Ha sido abrumador, excompañeros, dirigentes, muchísima gente que se alegra, pese a ser rivales ahora mismo, de que pueda volver a jugar al voleibol; todo el vóley español se ha alegrado y eso es para mí muy gratificante”. La dedicatoria más especial, al cielo: “Cuando me pasa algo malo siempre pienso en mi mejor amigo, que hace dos años que nos dejó, y siempre sé que me ayuda desde arriba y me acuerdo de él mucho; lo primero que me vino a la cabeza fue él, un poco es por él, la lucha que hago a diario y el no rendirme es por él, porque se lo prometí en su momento, y a mi pareja y familia, que han vivido mis peores momentos, mi novia ha estado conmigo día y noche dos meses y medio sin poder apoyar la pierna, ha sido mi enfermera, mi amiga”.
Su último partido de verde fue para ganar la Superliga que devolvía el título tras varios años, y ahora se lo vuelve a enfundar en un proyecto que siente ganador: “Siempre digo que el recuerdo de aquel título es el más bonito que tengo en el vóley, después de tantos años, tantísimos grandes equipos que no lo lograron, ya que Unicaja tuvo muy buenos grupos en esa época pero no se pudo ganar, así que poder levantarla delante de mi familia y de mi gente es un recuerdo genial, y cuando Manolo me habló del proyecto pensé que aquello podría volver a repetirse en una circunstancias totalmente diferentes, ya más maduro y experimentado, pero con la misma ilusión”.
Considera que este año “hay equipo para hacer algo grande y para que la gente se vuelva a sentir muy identificada con nosotros, el otro día el pabellón se empezó a ver con bastante gente, poco a poco se a ir enganchando más”, considera, con la explicación de que “tenemos identidad, que quizá es lo que ha faltado visto de fuera en estos años y se ha recuperado, para vivir una final como la de 2012 y que fue espectacular”. Ha repasado el vídeo del último punto y quiere volver a vivir “los bonitos momentos de aquella época”. Será complicado por el nivel de la SVM: “Si mirabas los partidos veías 3-0 o 0-3 casi siempre, difícil encontrar un 3-2 e incluso un 3-1, pero ahora todos los equipos de la Superliga juegan, algo que no se podía decir desde hace mucho tiempo”.


Jugar en cancha ajena va a ser complicadísimo y “eso le da vitamina a la liga, le da ambición a los otros equipos, que se ven capaces de entrar en la Copa del Rey por ejemplo, y es lo mejor que ha pasado este año”. No es importante ser invictos, “porque todo se decide al final, pero sí que tiene mérito porque todos los equipos son jugones, cada vez que planteamos un partido fuera va a ser difícil”. Salió con la tablilla de Fayola para ir la saque, no la de Rubén, que deja sitio a Castelano, pero el chaval espera y le da un abrazo, lo que demuestra el ambiente: “Siempre digo que es un chico que trabaja de más y que tiene un nivel de autoexigencia que ojalá lo hubiese tenido yo con esa edad, pero ya no solo él, sino el ambiente que se vive en el equipo es espectacular, la mayoría somos amigos y eso influye”.


El paso de los días se hace más ameno de esta forma, “y el tema de Rubén, todo lo escucha, todo lo intenta, yo le enseño lo que puedo y es muy gratificante; le digo algo, que está jugando y está invicto en la liga, y me atiende, así que no somos rivales para nada, sino todo lo contrario, nos compenetramos bastante bien y a mí me da mucha tranquilidad tenerlo porque me puede recuperar bien”. Se ‘frota las manos’ viendo a sus atacantes a los que repartir: “Hay mucha diversidad, gente a la que le gusta atacar muy rápido, que a mí me encanta, hay a quien a la que le gusta más lento, gente que la bola alta la ataca espectacular, los primeros tiempos más lentos o más altos… Manolo tiene una papeleta importante, porque solo el día a día, que son auténticas guerras en el seis para seis, dos equipazos en los dos lados y eso enriquece, sino que todos quieren jugar, todos han ganado cosas, todos son gente con experiencia… todas las posiciones están cubiertas”.


Dejar en el banquillo a estos jugadores es complicado para el entrenador y “da la seguridad de que cuando se hace un cambio de uno por otro la cosa solo puede mejorar, por lo que hay que estar orgullosos de la plantilla que se ha creado”. Se verá en Soria una vez más, con Víctor Viciana por primera vez disponible al 100%: “Es una cancha en la que se huele el vóley, nada más entrar la gente sabre lo que va a ver, la grada arropa mucho a su equipo, tiene a un gran entrenador como es Manolo, han ganado ahora demás con Ignacio Sánchez, que se llevan un pedazo de colocador y una pedazo de persona y eso va a hacer que el equipo crezca, y la verdad es que todos se crecen y juegan al 200% cuando juegan contra Unicaja”. A los castellanos “les faltaba un poco conjuntarse, porque nombre por nombre es un equipazo, y ya lo está, por lo que hay que comenzar a tope”.

Viciana anula su ‘sentencia de muerte’ como jugador
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