ALMERÍA.- A las 15.30 horas, con rigurosa puntualidad, comenzó en Luxemburgo el sorteo de la Challenge Cup 2020. Se afrontó primero la distribución de cruces en la categoría femenina, lo que se extendió durante casi media hora. Fue a las 15.54 horas cuando el conductor del acto pidió la entrada, paulatina y según la procedencia geográfica y la clasificación en la CEV de las respectivas federaciones territoriales de origen, de las bolas con los nombres de los equipos que han de disputar la segunda ronda, o sea, la previa a los dieciseisavos de final de la competición. Eran los únicos rivales que, seguro, no iban a corresponder a Unicaja Costa de Almería, ya que iban a ser incluidos en la misma Copa, la 2, y ser repartidos entre los ocho cabezas de serie y los ocho clubes de la Copa 1, que eran los siguientes mejor situados en el ranking.
Por tanto, exento de jugar la ronda de clasificación, pero sabiendo que solo le podía tocar alguno de los inscritos más fuertes, el club ahorrador tenía otras tres certezas de antemano: que su primer partido europeo tras siete años de ausencia sería en casa, que se disputaría entre los días 10 y 12 del mes de diciembre y que la vuelta quedaba acotada entre el 17 y el 19 del mismo mes. A las vacaciones de Navidad se podría llegar con la extensión del sueño y el paso a los octavos de final, pero el escollo en el camino será muy duro. Y es que finalmente Unicaja Costa de Almería va a ‘redebutar’ en Europa ante un cabeza de serie, uno de los mejor considerados por la CEV, como es el UVC Holding Graz de Austria, que afrontará por tercer año consecutivo la Challenge Cup, si bien en las dos anteriores no ha pasado ronda.
El cuadro austríaco se ha clasificado para la competición europea como tercero en su liga doméstica, la Bundesliga 1, y en su palmarés solo ha sido capaz de sumar una Copa, la de 2015. Se trata de un club con extensa cantera y las dos secciones, masculina y femenina, tanto en la primera categoría de su país como también en la segunda a través de sendos equipos filiales. Su proyecto para este nuevo curso se presenta ambicioso, habiendo anunciado el pasado día 18 sus tres últimos fichajes y dar casi por cerrado el bloque. Se trata de la vuelta del receptor portugués Tiago Pereira y de los jóvenes valores Max Schedl y Mark Kremer, el primero un opuesto de dos metros y seis centímetros que hará pareja con Lolo Koraimann, y el segundo un receptor que cumplirá los 20 años justo después de medirse a Unicaja.
Es un bloque joven, prácticamente autóctono, con mucho peso de sus propias bases y con refuerzos puntuales únicamente provenientes de Portugal, ya que a Pereira cabe sumar al colocador José Jardim, nombre conocido en tierras almerienses por su alianza de pretemporada con el Benfica. Se espera un fichaje más al menos, que le dé experiencia sobre la pista, una vez que se ha consumado la reciente retirada de su capitán Félix Koraimann, un receptor de gran trayectoria en el club. Por ahora son 13 los jugadores bajo las órdenes del húngaro Robert Koch, el que hasta hace muy poco estuvo en activo como jugador ocupando la posición de opuesto. Según las fuentes de la propia entidad austríaca, lo que preocupa es el puesto de central, en el que es posible que se produzca la mencionada última incorporación.
En relación a ello, se han anunciado las retiradas de Clemens Unterberger, que será definitiva, y se duda de la continuidad de Ulve Steidl por un problema en el hombro, si bien no se descarta su incorporación a pretemporada. Michael Murauer es el otro ‘retirado’ respecto al proyecto anterior, en su caso para centrarse solo en vóley playa. De este modo, David Reiter es el único central seguro del plantel de cara a la nueva campaña, en la que el UVC Holding Graz tendrá depositada la mirada de Unicaja Costa de Almería hasta que ambos midan sus fuerzas en el marco de una competición que el conjunto ahorrador jugará por tercera vez y que fue la última en la que participó en Europa hace siete años, cayendo ante el que fue campeón. A los austríacos les falta dar un paso más y lo saben, por lo que serán muy duros.
Como gran sustento tienen el ser el segundo club más grande de Austria y contar con más de 30 equipos, aglutinando a más de 400 jugadores en todas las categorías inferiores. Sus instalaciones son magníficas, el Blue Box Graz y el Sportunion, para partidos y entrenamientos. En cuanto a la ciudad, Graz, es la capital del estadio de Estiria, en el sur del país, de gran atractivo turístico al contar con equilibrio entre un casco antiguo medieval muy bien conservado y el desarrollo vanguardista. Uno de sus elementos más característicos es un funicular que lleva a la colina Schlossberg, desde la que se tienen unas fantásticas vistas de esta población de casi medio millar de habitantes. Universitaria por excelencia, Capital Europea de la Cultura en 2003, en invierno recibirá a Unicaja con una temperatura bajo cero a buen seguro.
La primera valoración de la eliminatoria que ha dado Manolo Berenguel ha sido la de “confianza en el pase”, si bien el entrenador ahorrador ha matizado que “no hay que fiarse de nadie”, ya que “es competición europea y si no estás a un buen nivel, te puede ganar cualquiera”. Eso sí, “no es un equipo italiano ni ruso”, que son los más complicados: “Pienso que tenemos posibilidades de superar la eliminatoria”. El técnico ha comenzado a expresar su “confianza en el bloque que se está haciendo” en la primera oportunidad que ha tenido, una de las más importantes, desde luego. En cuanto a Guille Carmona, segundo entrenador, la motivación principal es la de “volver a llevar la imagen de Almería con orgullo y con fuerza por toda Europa”. Al también estadístico y diseñador del club verde le parece que será “un gran esfuerzo plantarles cara, pero se va a luchar mucho”. El voleibol español ha estado presente también en el Home of European Volleyball a través del Club Voleibol Haris y el JAV Olímpico, a los que Unicaja Costa de Almería desea toda la suerte del mundo en la Copa CEV y en la Challenge respectivamente.
