sábado. 20.04.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

Pedro Sánchez ha vuelto a sorprender. Si pocos, por no decir nadie, confiaban en que pudiera ganar la moción de censura, pocos o nadie imaginaban una apuesta de gobierno tan inusual. Una composición en la que por vez primera, -otro hito por el que pasará a la historia el presidente socialista-, el número de mujeres es no sólo mayor sino de forma sustancial al de hombres.

 

No tengo muy claro que Sánchez buscara un dominio de mujeres. De hecho, habló en su discurso de un equipo paritario. Pero no lo es, hay once mujeres y siete hombres. Tengo más bien la impresión de que en las maratonianas jornadas en las que hubo de formar grupo fueron varios los hombres que se cayeron de su primer listado y esa segunda opción dio paso a algunas mujeres que tal vez no encabezaban esa idea inicial pero de la que estoy segura no está muy arrepentido.

 

Lo que está claro es que quienes le han dicho que sí, que inician con él la andadura de un Gobierno que trata de cambiar el rumbo actual de las cosas, es un equipo de personas muy valientes y osadas, porque deben de mostrar en poco tiempo y sin apenas recursos propios que hay otra forma de hacer política. Mujeres y hombres que, en algunos casos, contaban con trabajos y buenos sueldos además de reconocimiento social como para no necesitar acudir a un gobierno incierto, lo que les honra doblemente y refleja el hastío que se vive en buena parte de la sociedad.

 

También pasará a la historia Pedro Sánchez por ser el primer presidente que habla inglés y francés además de español así como buena parte de los miembros de su equipo a los que, por primera vez, se les ha elegido más por su valía profesional y conocimiento que por compensaciones políticas o pleitesías.

 

Conjugar talentos valientes no va a ser tarea fácil. Aquellos con poca experiencia política es probable que sientan más de una decepción, -Baltasar Garzón, cuando aún ejercía de juez, aguantó más bien poco en un Ejecutivo cuando se le brindó la ocasión-, y es más que previsible que se obtenga de ellos un alto grado de crítica en esas reuniones semanales. Pero también aquí el presidente debería hacer el esfuerzo de escuchar porque esa parte es la que mejor le puede trasladar la voz de la calle.

 

La tarea no va a ser fácil. Mariano Rajoy ya ha recomendado a su gente la necesidad de recordar a Pedro Sánchez que no está al frente del Gobierno por haber ganado unas elecciones. Sin embargo, craso favor se hace porque aunque no se les responda, en la cabeza de todos siempre estará presente que perdieron un gobierno por una moción de censura presentada por 84 diputados pero que logró el apoyo de una Cámara, que no olvidemos representa a los ciudadanos, con 180 votos. Si logran ese mismo número para sacar adelante algunas medidas aclamadas muchas veces pero que nunca quiso impulsar el PP, es más que probable que ni con un nuevo presidente en la formación azul logren levantar cabeza en mucho tiempo.

Talentos valientes
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