viernes. 29.03.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

A pesar de que las jornadas de fiesta, estas navidades, han caído en fin de semana, y por tanto,  muy poco han afectado en principio a la jornada laboral ordinaria, lo cierto es que a nivel político el mes de diciembre ha sido una continuidad del ‘desastroso’ puente-acueducto de las festividades Constitución/La Inmaculada. No sabe uno muy bien si los ‘esfuerzos’ realizados para sacar adelante la legislatura han dejado ‘seca’ a la clase política o si la nueva situación de falta de mayorías ‘obliga’ a ser comedido y dificulta la toma de decisiones. 

Lo cierto es que el mes de diciembre ha discurrido sin pena ni gloria y con la sensación de que nuestros políticos, aunque crezca el número de siglas, no multiplican esfuerzos. Por si fuera poco, ahora, todos ellos se encuentran inmersos en sus propios procesos internos para afianzar liderazgos o cuando menos no salir muy mal parados del examen que les realizarán en sus propias filas y, dicho sea de paso, suele ser mucho más cruento que cuando procede del contrario.

Este silencio resulta clamoroso y empieza a calar en el ciudadano aquello de ‘que todo cambie para que todo siga igual’. De hecho esa cerrazón con la que el PP se obstina en conseguir la ‘confianza’ del PSOE incluso a costa de ‘desdeñar’ a Ciudadanos, a pesar de que éstos han sido los primeros en dar a los populares un respaldo público, o su ‘disposición’ hacia el PNV muestra a las claras  su desprecio hacia los advenedizos a los que augura un recorrido corto al que quieren contribuir.

Silencio de diciembre