Elena Torres, teleprensa.com Almería
El partido de la unidad hace aguas ¿De verdad alguien creyó en el PP que acatar lo que se impone desde la cúpula era estar de acuerdo con ello? Al Partido Popular se le ha ido la fuerza en cuanto se quedó sin quien creían era el ‘líder’. Como pollo sin cabeza y desacostumbrados a tomar decisiones, se han venido arriba y ya cualquiera se ve con posibilidades de capitanear el nuevo rumbo de un partido que, quieran o no, deberá pasar su particular purgatorio antes de tomar de nuevo el vuelo.
Por eso no se entiende muy bien esa acritud del portavoz popular Rafael Hernando tan dispuesto a llevarnos a elecciones ya, descompuesto porque un socialista con 84 diputados esté al frente del Gobierno. Dan ganas de decirle, pues sí, venga, mañana mismo nos vemos en las urnas ¿Cuál es su candidato/a? ¿o van a presentar una presidencia colegiada?
Si a ello sumamos las últimas encuestas que vaticinan la caída libre del PP, al situarle como cuarta fuerza política, -no será para tanto pero a más de uno se le deben estar poniendo los pelos como escarpias cada vez que se publica un tanteo de estos-, uno llega a la conclusión de que la petición electoral de Hernando tiene más postureo que un planteamiento sensato, al menos para su formación.
Por mucho que se recrimine a Pedro Sánchez el que haya llegado a la presidencia para quedarse, lo cierto es que a nadie le interesa ver una urna, de momento. Ni Ciudadanos está ahora en condiciones de sacar pecho, vista la reacción cuando ganó la moción de censura.
Los políticos deben empezar a entender que los ciudadanos ya han votado, de más incluso, y que los resultados electorales son para lidiar con ellos, no para proclamar al día siguiente una nueva convocatoria porque “no me ha gustado como queda configurada la Cámara”. Cuanto antes comiencen a hacer política ateniéndose a lo dicho en las urnas, es decir, no imponiendo un criterio sino consiguiendo el mayor consenso posible, antes lograremos que este país se dirija por la senda marcada por sus habitantes.
