martes. 19.03.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

O miente la concejala del PP, María Vázquez, o lo hace el de Ciudadanos, Miguel Cazorla. O tal vez dos. Lo cierto es que después de anunciar a bombo y platillo el equipo de gobierno popular en el Ayuntamiento de Almería que Cs apoyaba sus presupuestos se ha encontrado con un voto negativo del Grupo naranja en la sesión plenaria.

Por mucho que el PP ‘no sea de fiar’ como dice el señor Cazorla, esto es difícil de reprochar a otros cuando la legislatura municipal arrancó con él como protagonista al cambiar el sentido de su voto y dar el gobierno a los populares después de haber pactado públicamente un acuerdo con el PSOE para que éste dirigiera la ciudad. Y esto se conoció, como ahora, apenas unos minutos antes de que comenzara la toma de posesión.

Los argumentos de Cazorla no son tampoco muy verosímiles. Si, como dice, el problema está en que el PP no cumple con los compromisos y había un 43% sin ejecutar, esto no parece que pueda resolverse en una noche de negociación ya que de la misma sólo se puede arrancar un nuevo reconocimiento de temas pendientes pero no la certeza de que se vayan a llevar a cabo.

Tampoco resulta creíble, más conociendo al personaje, que no saliera raudo ante los medios para desmentir a la concejala popular que daba por cerrado un acuerdo con Cs para sacar adelante unos presupuestos municipales que supuestamente recogían sus demandas. Este silencio durante una semana, sin ‘amenazas’ públicas sobre las manidas ‘líneas  rojas’ que marcan los partidos en cada negociación hace sospechar que o bien las conversaciones iban viento en popa o tal vez la formación naranja se ha visto ‘reducida’, sabedora de que su voto no era ‘vital’ para sacar las cuentas adelante al haber una edil no adscrita que finalmente es quien ha permitido sacar las partidas para 2019, y no se ha molestado ni en buscar protagonismo en este tema.

Sea como fuere nadie duda, por mucho que Cazorla se empeñe en hacernos creer que tiene autonomía, -se vio al principio de legislatura claramente con directrices directas desde Madrid, las mismas que ahora marcan el paso a Juan Marín en Sevilla-, que lo sucedido en el Ayuntamiento de Almería no es sino un tirón de orejas de Cs al PP para que se ande con cautela en sus negociaciones sobre el nuevo gobierno andaluz mientras gana tiempo antes de tomar la decisión de apoyar a Juanma Moreno con el respaldo de Vox o empezar a indagar nuevas vías con el PSOE.

No son de fiar
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad