jueves. 28.03.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

Estaba claro que Partido Popular y Ciudadanos no sumaban, así que llegados a este punto la formación naranja debería de dejarse de rasgar las vestiduras y aceptar, además con agrado porque lo contrario sería una gran incongruencia, que si mañana Juanma Moreno preside el gobierno de la Junta de Andalucía no es sólo gracias a él sino también al apoyo decidido de Vox que, en este caso, les ha hecho el “favor” de no pedir una consejería y “sólo” aspira a ser lo suficientemente influyente como para colar algunas de esas ideas que tienen en mente en las políticas del próximo gobierno de derechas. Y no sólo eso, Ciudadanos debe empezar a agradecer públicamente a la ultraderecha que le “conceda” el privilegio de ejercer la vicepresidencia además  de otorgarle varias consejerías.

Y es que, en esta ocasión, el equipo de Albert Rivera no ha optado por aquella fórmula de la pasada legislatura en la que dijeron hasta la saciedad que no iban a estar en ningún gobierno que no presidieran. De hecho, Juan Marín no pidió a la socialista Susana Díaz entrar en su “equipo” y se “limitó” a exigirle una serie de compromisos para apoyar su investidura y sacar adelante los presupuestos un año tras otro. Ahora, podría haber hecho lo mismo, pactar un documento con Moreno y haberle dejado a él la única responsabilidad de sumar apoyos para poder gobernar, pero se ve que cuatro años en la oposición son suficientes para darse impulso y entrar en un ejecutivo ya se presida o no. Cambios de criterio. Pero precisamente es esto lo que involucra de forma irrefutable a Ciudadanos con Vox por muchos malabares políticos que se quieran hacer alegando que “yo no he pactado nada” con la ultraderecha y se eviten fotografías de “familia”.

Si tan pesado, como aparentan, les resulta el apoyo de Vox, esta legislatura va a ser más que efímera pero si no es así, tal vez habrá que replantearse el espacio político que ocupa el partido naranja.

Mientras tanto, el PP andaluz ya se ha quitado caretas, o tal vez se las esté poniendo, para complacer a su líder nacional que aboga por un partido “sin complejos” y más que hacer guiños a Vox parece dispuesto a hacer suyo su programa, pero además por convencimiento.

Malabares políticos