jueves. 28.03.2024

Las derechas disparatadas

Juan Antonio Palacios Escobar

Saber ganar no es tarea fácil, ya que hay que ser bondadoso y generoso. Tampoco lo es admitir la perdida sin buscar excusas de todo tipo y caer en la tentación de no hacer autocrítica , echarles la culpa a los demás, incluso en el colmo de los despropósitos y disparates insinuar los errores de los electores que no les han votado.


Sin ir más lejos en la política española tenemos dos casos curiosos, y aparentemente distintos y distantes en lo ideológico, los de los de los señores Casado e Iglesias. Hoy me van permitir que me detenga en el líder del PP, discípulo de José María Aznar y especialista en terminar carreras en tiempo récord.


Las derechas están disparatadas, y en ese complejo del fracasado, fueron afectados por el complejo Sánchez, con el que continúan, sin darse cuenta obsesionados, y que cuanto más le atacan e insultan, mejores resultados saca en las Elecciones.


Pero además, entre lo apasionante y lo perturbador, lo ridículo y lo peligroso, los gobiernos en juego que todavía no tienen, cada una de las tres caras tirando del muñeco y sin aclararse. Un CIUDADANOS que no quiere jugar con VOX pero si utilizarlo, tampoco con el PSOE, salvo en lo estrictamente necesario.


Un PP que no le importaría jugar con todo el mundo, pero no todos desean jugar con ellos, ni aun tapándose la nariz y un VOX que no desea ser invisible y quiere sentarse a la mesa y poner sus condiciones y si es preciso formar parte del Gobierno y además ya está empezando a pasar la factura del modelo andaluz, ahora que llega la hora de la verdad que es la de los Presupuestos.


Visto desde una cierta distancia y con un enfoque objetivo las negociaciones poselectorales, dieran toda la impresión de que las derechas se encuentran en una espiral autodestructiva, en la que todos quieren sumar para parar a Sánchez, pero nadie es capaz de ceder.
Entre la visibilidad que quiere ganar la ultraderecha, la referencia que desea ganar CIUDADANOS y el poder que desea recuperar el PP de Casado, cada cual mira para un sitio distante en la crónica de un disparate que parece no encontrar ni un remedio ni una salida.
Lo cierto y comprobado con los números en la mano es que la derecha ha fracasado en este País y que cada vez que gobierna supone retraso, recortes y pasos atrás en el marco de los derechos. Su división en tres caras, su falta de moderación y sensatez y ese abandono del centro político para refugiarse en el radicalismo que le dicta VOX o Aznar les ha hecho perder una catarata de votos.


Además, la derecha política al caer en la trampa de radicalizar el discurso, se ha disparatado y lejos de debilitar a VOX, como opción de ultraderecha lo ha fortalecido, y mientras el PP no va a levantar cabeza mientras que vaya de la mano de Abascal, CIUDADANOS, con su líder Rivera al frente le va a resultar difícil mantener su cordón sanitario a Sánchez.


Mientras que en España, desde hace unos cuatro años, estamos comprobando que puede haber espacios políticos para dos fuerzas políticas de derecha; una europeísta y de centro y otra nacionalista española más a la derecha. Lo que no parece posible es que haya tres compartiendo el mismo espacio.


Entre la baja participación, ya que el trifachismo apenas supera el 40% y la igualación entre los tres componentes del bloque derechista, hace más difícil la convivencia y les pronostica un incierto futuro.

Las derechas disparatadas
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