jueves. 28.03.2024

ALMERÍA.- Durante toda la semana permanecerá abierta una exposición de alto nivel que ha sido reconocida con el II Premio ‘Mujer y Tecnología-Fundación Orange’. El mejor lugar para su instalación ha sido el hall de la Escuela Superior de Ingeniería de la UAL, a donde ha llegado de la mano de la Delegación del Rector para la Igualdad de Género. Maribel Ramírez, su responsable, ha insistido una vez más en que “hay una abultada desigualdad de género en las ocupaciones de los sectores de alta y alta-media tecnología, donde las mujeres representan menos de un 30%”. Es por ello que se ha querido acercar al epicentro de la formación tecnológica en el entorno del campus de la Universidad de Almería la muestra ‘El ingenio (in)visible’, que lleva como ampliación del título ‘Mujeres y tecnología: pasado, presente y futuro’.

Con motivo de la llegada de esta exposición, se ha completado la oferta con la presencia de una de las personas que la han hecho posible, una mujer referente en el campo de la tecnología como es Nuria Salán Ballesteros. A ella ha correspondido ofrecer las respuestas a las preguntas que se pueden formular tras conocer varios datos recordados por Ramírez: “No se conocen con certeza las razones que provocan esta diferencia entre chicas y chicos en cuanto a preferencia de estudios y de trabajo, aunque sí se sabe que pueden ser estereotipos de género que pueden jugar un rol bastante importante, que se originan al nacer y que después se prolongan en el tiempo”. La delegada del Rector para la Igualdad de Género ha realizado un recorrido por la trayectoria de la ponente, “licenciada en Ciencias Químicas, que hizo su doctorado en Ciencias de los Materiales e Ingeniería Metalúrgica y que es presidenta de la Asociación Catalana de Tecnología”.

No solo desde su ámbito de trabajo en la Escuela Superior de Ingeniería Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Tarrasa, del campus de la Universidad Politécnica de Cataluña, sino por sus grandes dotes para la divulgación, “ha dibujado una larga trayectoria en el campo de la difusión del papel de la mujer en tecnología”, con numerosos logros como un programa de mentorización en el que las estudiantes de los últimos cursos llevan a cabo encuentros con profesionales y salen al mercado laboral más empoderadas y preparadas para romper techo de cristal”, ha explicado Maribel Ramírez antes de que Nuria Salán haya dejado claro, casi de entrada, que “la tecnología es absolutamente transversal”.

Con un tono dinámico y haciendo de su charla una propuesta no exenta de “puntos de humor”, la ponente ha recordado los tiempos en los que ella estudiaba: “Mis compañeros iban en grupo y yo iba sola, estábamos en minoría, y eso te hace diferente, porque en parte los ojos están centrados en ti, te miran y tú pides ‘déjeme ser mediocre, como ellos’, pero no, tú tenías que ser perfecta, ‘dígaselo a ellos que lo sean’, a lo que llamamos ‘los pequeños obstáculos del día a día’”. Ante esto, “lo que hemos hecho es un dar un paso atrás, pero nunca ha sido para rendirnos, ha sido para coger carrerilla y saltar, nos hemos hecho empoderadas, tozudas, con carácter… luego nos dicen ‘¡como sois!’, pues no habernos puesto obstáculos y habríamos sido ‘normales’, esto con un punto de humor”, ha relatado.

Repasando la relevancia que se le ha dado a los personajes masculinos en este ámbito a lo largo de la historia, “tienen millones de entradas en la red, se habla de ellos y en los libros de texto son modelos de inventor, entendido el término como la persona que de la nada crea o un objeto o un protocolo que nos ayuda a vivir mejor”. Frente a que “los modelos de tecnólogos son siempre hombres, incluso en las preguntas del Trivial”, hay “mujeres pioneras que han hecho grandes cosas que utilizamos cada día y apenas salen o son totalmente invisibles”. Ha puesto Salán tres ejemplos muy claros, los de “María la Judía, también conocida como la profetisa’, primera mujer alquimista de la historia y que preparaba todos los sistemas sin ser reconocida, como el primer baño isotérmico, que a día de hoy se llama ‘el baño María’”. Otro más que ha situado es Hipatia de Alejandría, “primera mujer matemática y astrónoma a la que su saber le costó la vida”, lo que no sucedió con Hildegarda de Bingen, “la Da Vinci femenina”, simplemente porque “uso una capa infalible, como la de monja, porque en un convento sí podía ser sabia a costa de tener vida personal o una familia o sexo”. Entre las tres no llegan a 300.000 entradas en Google, ante los millones de los hombres, “que no digo que no se lo merezcan”, ha matizado

La UAL revisa el binomio mujer-tecnología acogiendo la exposición El ingenio (in)visible