Elena Torres, teleprensa.com Almería
Acabamos de salir de unos comicios que han noqueado a izquierda y derecha, aunque ésta ciertamente ha salido mejor parada porque ha podido sumar para poder gobernar, y ya estamos liados en una nueva espiral electoral. Las citas municipales y europeas que va a vivir Andalucía, serán sin duda una oportunidad, lo que está por ver es si será para, en el caso de unos, afianzarse, o en el de otros, redimirse de unos resultados calamitosos.
Lo cierto es que tanto a derecha como a izquierda la situación está muy fragmentada. Demasiado diría yo. Porque el problema no es que haya muchos partidos con opciones de tener representación, el gran problema es que una vez salen elegidos, nuestros representantes tienen una nula capacidad de llegar a acuerdos. Y esto es aún peor en los partidos de izquierda que en la derecha, con más disposición a anular a sus rivales ideológicos y a hacer de contención.
La izquierda es, por tanto, quien tiene doble trabajo y no parece que ayude mucho diversificar aún más las siglas para sacar candidaturas que lo mismo luego confluyen y son encabezadas por no se sabe quien. Lejos de ponérselo fácil al electorado creo que generan aún más confusión y, porque no decirlo también, recelo porque no se puede dar la confianza a un candidato públicamente para días después retirársela a favor de una causa, aunque ésta sea mayor.
Sea como fuere, la izquierda está obligada a hacer cambios, de estrategia, de perfiles, de forma de comunicarse con el votante… a ser más generosa para abarcar más porque repetir fórmulas no parece que les conduzca sino a un foso del que luego más difícil será salir.
