sábado. 20.04.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

El máster de la señora presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes se ha convertido en un pútrido culebrón que parece no tener fin. Desde las filas del PP no hay reparo ninguno en utilizar la cuestión de la forma más torticera haya que llevarse a quien haya que llevarse por delante.

 

Comenzaron echando balones fuera con aquello de que la universidad tendrá que hablar. Y la Rey Juan Carlos habló e imagino que se arrepintió en el primer minuto, a las pocas horas de conocer que había más oscuros que claros en la obtención del título de la señora. La temeridad fue gorda porque poner en entredicho toda una institución por no dar una patada a una mujer, con los días contados, es harto injusto. Esto es como cuando se detecta una denuncia falsa de malos tratos hacia una mujer que pone en cuestión toda una lucha titánica. En este caso, la reputación de la Rey Junta Carlos y me temo que la universidad pública, en general, queda más que en entredicho.

 

Porque lo duro no ha sido sólo conocer que efectivamente se haya ‘regalado’ un máster, -ya está la duda de cuántos más-, sino escuchar a la ‘alumna’ relativizar la importancia del mismo con desdenes como no saber nombres de ningún profesor, a pesar de haber tenido que ‘pactar’ con ellos el no ir a clase, aspecto éste que parece para ella poco importante y asegurar que la defensa del proyecto apenas duró diez minutos… Vamos, de una ligereza, que es normal indigne al alumno que se sacrifica para obtener un título que hasta ahora entendíamos daba cuando menos un reconocimiento a su poseedor. Todo esto queda borrado de un plumazo con las intervenciones de Cifuenes a la que habría que preguntarle que si en tan poco estima el sentido de un máster, para que se aventuró a obtener uno?

 

A partir de aquí, toda la culpa la tienen los socialistas. Un académico simpatizante de estas siglas parece que fue quien puso sobreaviso del tema. El PP ha querido dar más énfasis al quien que al qué como si denunciar a un ladrón, depende de quien lo haga y contra quien se dirija es más grave que el robo en si. Cómico.

 

A lo largo del tiempo, ya vamos para un mes, han saltado varios casos de políticos como Maroto  (PP) o Franco (PSOE) a los que se adjudican títulos que al parecer no tienen, con la salvedad de que en el primer caso el error se subsanó en fechas recientes, mientras que lo del socialista data de hace 15 años!! Y el mejor de todos lo protagonizó Pablo Casado (PP) que ni corto ni perezoso salió al minuto cero con toda la documentación y los trabajos realizados, a pesar de haber discurrido ya diez años, dando todo un ‘zasca’ a su compañera de partido que en cinco años ha sufrido mudanzas y ‘pérdidas’ de memoria que le impiden ser más explícita en sus explicaciones.

 

Y acorralados en este querer estar con Cifuentes sin defenderla, vuelve a ponerse el foco sobre la universidad, a la que el portavoz Rafael Hernando responsabiliza de otorgar un título ‘sin ton ni son’ como si no fuera importante en este punto que quien se benefició del mismo era mujer que ya ostentaba un cargo público y no baladí, pues desde hacía seis meses ejercía como delegada del Gobierno en Madrid.

 

Y ya puestos a enredar un poco más, Hernando, como otras veces, se ha venido arriba y ha pedido a la presidenta de la Junta de Andalucía que “muestre la factura de su máster”. Tal vez no ha tenido tiempo de leer en el portal de la Junta de Andalucía su biografía que reza así: “Susana Díaz Pacheco (Sevilla, 1974) es licenciada en Derecho por la Universidad Hispalense y diplomada en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Telmo”. No hay máster.

Hasta el mismo máster!
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