jueves. 25.04.2024

Javier Salvador, teleprensa.com

Es muy posible, o no, que si hoy, mañana o pasado mañana se convocan elecciones generales anticipadas en España, sea Ciudadanos quien salga ganando con ello. Y es importante repetir ese “o no”. Pero dejando a un lado las tácticas políticas, los intereses de cada partido en particular, España, y ya entendamos como tal esa nación que representa la bandera roja y gualda o la que forman las enseñas de las diecisiete comunidades y dos ciudades autónomas que conforman el Estado español, tiene la obligación de poner un punto y aparte en su historia democrática con unas elecciones anticipadas que pongan fin a una etapa de continuada corrupción que la primera sentencia de la causa Gürtel ha hecho saltar por los aires.

Ningún político elegido por el pueblo, ningún diputado que se siente en un escaño del Congreso de los Diputados debería estar legitimado para cobrar un solo sueldo más de una legislatura en la que el presidente del Gobierno lo sea también el del partido político que la Audiencia Nacional ha condenado, como beneficiario a título lucrativo, de la trama de corrupción más corrosiva con las bases del Estado. Hoy, lemas como “no nos representan” o “no hay pan para tanto chorizo” cobran un significado distinto, generan un sentimiento unánime y una pena totalmente generalizada.

El Partido Popular ha sido condenado. Su anterior gerente y senador, el mismo con el que se comunicaba Mariano Rajoy desde Almería con un “Luis se fuerte”, necesitará algo más que fuerza para afrontar los 33 años de cárcel que tendrá que cumplir y, peor aún, los 15 años de prisión que también tendrá que cumplir su esposa. Ni que decir tiene que los 44 millones de euros de multa no deben ser el mayor problema para este tipo de políticos condenados, cuando se habla de cobros de comisiones descomunales y menos aún después de saber que todo un ex ministro del PP, Zaplana, ha sido pillado por mover algo sí como 10 millones de euros desde paraísos fiscales o comprando un pisito en el centro de Madrid con dos millones de euros pagados al contado. Pero eso corresponde a otra trama corrupta.

El hedor es insoportable y ya no valen las excusas de que son asuntos del pasado, porque el único pasado que debe existir en este presente que nos toca vivir en España, es el de un Gobierno presidido por el Partido Popular condenado en la trama Gürtel.

Ríanse desde fuera de nuestras fronteras, que aquí nos toca llorar nuestra enorme vergüenza.

Elecciones ya por higiene democrática
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