Elena Torres, teleprensa.com Almería
Que el PP se ve perdedor en esta batalla por el Parlamento andaluz es visible desde que Susana Díaz se decidiera a poner fecha a la cita electoral. Pero según avanzan los días y las encuestas empiezan a mostrar la patita de cómo podrían quedar las cuatro fuerzas políticas con opciones, ¿o serán cinco?, en las filas del Partido Popular, “que no se las cree”, dice, las caras son cada vez más largas. Como la imagen vale más que mil palabras pues yo tampoco me creo cuando el presi provincial dice aquello de "ninguna encuesta me va a bajar la moral". O tal vez a él no que ya empieza a retirarse, -por qué será-, de la política pero desde luego sí a su superior que ha comenzado la primera jornada de campaña ni más ni menos que instando a unas señoras que iban a misa a que “pida” por ellos, por los populares. Muy bien, muy bien no parece que Juanma Moreno aborde estos comicios por mucho que reponga fuerzas a base de churros “bien gorditos”. Encomendarse a los cielos para resolver las cuestiones terrenales no creo que le sea muy efectivo y sino que se lo diga su compañera de filas, la que fuera ministra Fátima Báñez que se empeñó en colocar el “éxito” de la salida de las crisis a la Virgen del Rocío cuando peor estaba este país.
Y es que el ‘gran argumento’ del PP en esta campaña, lo de “40 años (de gobierno socialista) es mucho” no parece suficiente para conseguir votos y cuando menos supone un lastre porque evidencia que es el mismo tiempo que su formación lleva intentando arrebatar un poder que comicio tras comicio le niegan los ciudadanos andaluces.