viernes. 19.04.2024

ALMERÍA.- Si habla Enrique de Haro, lo único que hay que hacer es tomar nota y aprender, ya que su prestigio le antecede y su trayectoria salpicada de copas es única. El 23 de septiembre, en plena pretemporada, cumplirá los 50 años, y acto seguido serán 24 los años desde su primer trofeo, la Copa del Rey, primero también del club. Con él llegaron los títulos, y con él se ha luchado siempre por ellos con “fuerza y honor”, su lema particular. Desde la primera vez que se enfundó la camiseta ahorradora, “media vida este año”, rememora: “La verdad es que no me imagino mi vida sin el verde de Unicaja, son muchos años vinculado al club y lo cierto es que es difícil no pensar en verde; esté o no vinculado, ese sentimiento siempre me acompañará”.


Pero sí, sigue vinculado otra temporada más por deseo de la entidad, que de igual modo tampoco se comprende sin Enrique de Haro, y por petición personal de una persona clave: “Tengo que reconocer que desde el principio Manolo Berenguel me dijo que quería que yo lo acompañara, y para mí es un honor, una gran ilusión y una motivación extra”. A partir de aquí, palpa un latido especial: “Hay un plus en cuanto a ilusión en el cuerpo técnico, y su presencia como primer entrenador es especial para mí porque hemos compartido muchos años, como jugador y como segundo entrenador; el poder colaborar con él en este proyecto, que sé que para él es todo, en el club de toda su vida, pues para mí es un gran honor”.


Renueva votos con la ambición de ganar: “Este año un poco por todo, el cambio en la dirección del equipo, esa conjunción de jugadores en un momento idóneo de su carrera, y un nivel de exigencia mayor que nos hemos puesto, creo que es un reto que tenemos ahí, y a mí me gusta particularmente partir de la posición en la que estamos, con ese hambre de títulos, que en momentos fundamentes al final de temporada es lo que diferencia a un equipo de otro, esa necesidad de títulos que creo que todos compartimos este año”. La maquinaria está en marcha: “En los primeros contactos del cuerpo técnico se ha visto que queremos avanzar y pedir un extra más de todos nosotros, y una exigencia mayor a los jugadores”.


La racha en blanco se puede quedar en dos años: “El sistema de trabajo es, en líneas generales, similar, aunque no hay dos temporadas iguales; es cierto que la configuración del calendario, el inicio con la Supercopa y el principio de Superliga con rivales fuertes siempre condiciona el tiempo de trabajo, y venimos de años en los que no se han conseguido títulos; aunque el trabajo está ahí, la ilusión está en recuperar ese puesto que conseguimos hace tres años y pensamos que debemos de exigirnos todos un poco más, así que el trabajo incorpora algunas innovaciones y sobre todo el nivel de exigencia, elevarlo”. Sabe que se puede ‘apretar el paso’: “Unicaja Almería es un club que siempre es sinónimo de calidad en la pista”.


Se refiere De Haro al grupo de jugadores para esta temporada: “No podría pensar echando la vista atrás momentos en los que no haya habido una buena materia prima, pero este año bien cierto es que hay un plus más allá de otros, es verdad que ha vuelto gente que había estado otros años, hay jugadores que en diferentes momentos han pasado por el club pero nunca han coincidido juntos, y yo creo que esa mezcla, con mucho sabor español y almeriense, va a conseguir que sea un año especial”. No solo se refiere al físico, sino a lo técnico y táctico, ya que tiene el título más alto de entrenador: “Hay un nivel de voleibol bastante alto, jugadores que uno por uno han demostrado que saben ganar títulos, que saben competir”.


Ese “saber estar a alto nivel” y que “la gente joven también está demostrando esas ganas y esa proyección” dibuja que “el reto de este año es conjuntar todas esas piezas que han estado vinculadas al club de forma aislada y formar un bloque”. Y a eso, añade la grada: “Hasta ahora muchas veces era tópico, pero es realidad; el grupo que se ha formado es muy de la tierra, incluso los que no hemos nacido aquí tenemos parte muy importante o nuestra familia ha echado raíces; está en la mente de todos que nos hemos juntado un grupo de personas muy vinculadas al club y a Almería, y pienso que en los finales de liga y momentos duros nos va a hacer muy fuertes, ese sentimiento de pertenencia nos va a ayudar bastante”.


Es historia viva del voleibol español, por lo que puede analizar esta Superliga con el bagaje que da haber vivido las 24 previas: “Que buenos entrenadores y buenos jugadores y buenos equipos se formen, solo hace aumentar la proyección de la liga; siempre es muy positivo que los equipos se refuercen, y en este sentido, este año se suman nuevos proyectos, y se le va a dar más valor a la competición y a la consecución del título; disputarlo con más equipos es más satisfactorio”. La tarea ya está puesta, como cada año: “Es una costumbre que 7 u 8 semanas antes del inicio de la liga se les mande unos trabajos físicos que sirven de referencia, siendo conscientes de que la realidad de cada uno es distinta por playa o selección”.

El coleccionista de títulos eleva el grado de exigencia
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