martes. 23.04.2024

Imagen de la visita

ALMERÍA.- El Museo de la Guitarra, uno de los espacios más jóvenes de la red museística del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, se ha convertido en todo un atractivo y referente para los profesionales relacionados con el noble arte de la construcción de guitarras. Desde su apertura han sido numerosos los expertos que han visitado el museo que pone en valor la figura de uno de los almerienses más ilustres, puesto que a Antonio de Torres se le debe el desarrollo de la guitarra tal y como la conocemos en nuestros días. El último caso se ha producido esta misma semana, con la visita del guitarrero argentino Félix Justiniano Coro, (Salta 1946), el cuarto de un linaje de prestigiosos constructores que comenzó con su bisabuelo, y que el hijo de Félix por suerte continúa. Los Coro construyen artesanalmente  guitarras, charangos, cajas, bombos  y otros instrumentos de cuerda y percusión.

Con esta visita cumple un antiguo sueño, visitar España, puesto que ha sido invitado por unos viejos amigos argentinos instalados en Almería desde hace décadas. Carlos González, comisario de las exposiciones del Museo de la Guitarra, explica que “Félix ha venido con su esposa  y se han emocionado visitando nuestro museo dedicado al gran luthier de la Cañada Antonio de Torres.  Más que una visita guiada ha sido una conversación amable y densa. Un intercambio de vivencias y experiencias profesionales muy enriquecedor.  Siempre es un placer conocer a constructores de otros países y culturas  y más aún si  hablamos de Argentina, donde la tradición de guitarristas, músicos  y constructores  de instrumentos es riquísima y muy variada”. De estas conversaciones, nombres indiscutibles como Jorge Cafrune, Eduardo Falú, Mercedes Sosa, Astor Piazzola, y naturalemente el tango, la chacarera, la milonga, músicas ya universales.

 

Félix Justiniano Coro

 

Nació el 30 de junio de 1946, en la ciudad de Orán, Salta, República Argentina. Sus primeros pasos en el aprendizaje sistemático para la construcción de instrumentos musicales, comienza a los ocho años. La técnica utilizada en la construcción de la guitarra, es el antiguo método español. Salta alberga una artesanía muy especial que es la de producir música. La familia Coro, a través de cuatro generaciones fabrica instrumentos musicales en su taller ubicado en Jujuy 845.

 

Allí Félix Justiniano Coro ejerce su oficio heredado de su bisabuelo que fue el primero en trabajar maderas para convertirlas en guitarras, charangos, violines, bombos y cajas. A él le siguió su abuelo y luego don Lorenzo Coro, su padre, que también fue maestro de la mayor parte de los artesanos de instrumentos musicales que hoy trabajan en Salta. El prestigio de Félix Justiniano Coro no sólo ha ganado Salta sino que ha trascendido sus fronteras. Ganador de diversos premios en instrumentos musicales en diversas ferias y festivales locales y nacionales, recibió el gran Premio Adquisición por una Guitarra de artesanías y arte popular argentinos, como así también el primer premio por un conjunto de instrumentos musicales integrado por guitarra, charango y violín, mandolín, bombo y caja.

Coro fabrica sus instrumentos con madera de jacarandá o tarco, nogal o algarrobo, abeto alemán, ébano europeo, maderas nobles que aseguran una buena sonoridad.

En lo que hace a las guitarras, para la buena calidad se utiliza abeto alemán o jacarandá de la India y ébano europeo, para la diapasón que es, indiscutiblemente, lo mejor.

Con maderas de la zona se pueden hacer guitarras de buena sonoridad, en las que, además de ébano es sustituido por el guayacán de nuestro norte con muy buenos resultados y la tapa preferentemente de abeto. Construir una guitarra de concierto le demanda unos tres meses entre el trabajo propiamente dicho y los tiempos de espera para el encolado y lo necesario para que las distintas maderas se vayan amigando. También construye violines en cajas de jacarandá y tapas de pino.

Los tradicionales bombos se hacen con troncos cavados de ceibo, aros de quebracho blanco y parches de oveja o cabra, como los más corrientes. Las cajas por su parte se construye con una lámina de cedro de 3 mm de espesor y 12 cm de ancho, lo que se va doblando con un hierro caliente hasta obtener un aro de 36 cm de diámetro.

 

El mismo procedimiento del hierro caliente se utiliza para obtener la femenina forma de una guitarra. La larga tradición de estos “luthier” salteños ya se prolongó con un nuevo Coro en la herencia familiar. Federico de 24 años está aprendiendo el oficio y prepara junto a su padre decoraciones para los charangos. En el futuro habrá guitarras y violines, charangos, bombos, cajas, que saldrán de manos de quienes desde su más tierna infancia vivió esta escuela de crear música.

 

El argentino Félix Coro, ilustre visita al Museo de la Guitarra de Almería
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