jueves. 25.04.2024

Despistados e iluminados

Juan Antonio Palacios Escobar

Hay políticos que como los buenos vinos ganan solera con el tiempo, mientras que otros demuestran que todo puede ser manifiestamente empeorable Una de las cosas que se les ha de exigir, además de empatía, es inteligencia para saber analizar y encontrar la solución a nuestros problemas.

Pero sobre todo ser coherentes con sus discursos, no se puede predicar una cosa y hacer justo la contraria , en el seguir el lema de haz lo que yo digas pero no lo que yo haga. No es mala cosa el tener una buena memoria, para no olvidarse de sus mentiras.

Por tanto ni despistados y desmemoriados, ni iluminados que se creen por encima del bien y del mal, como si lo humano no les afectara. Y uno de las cosas que no perdonan los electores es que no sean capaces de resolver los problemas internos de su propia organización, ya que hace desconfiar a la ciudadanía, que se dice y repite “Cómo van a solucionar nuestros problemas, si entre ellos están a la gresca”

Una de las tentaciones que debe superar quien ostenta el poder es la de encerrarse en su fortaleza, volverse inaccesible y aislarse de la realidad, del contacto directo con la gente, de quienes son sus empleadores y a quienes debe servir con dedicación y respeto.

Entre el despiste y la iluminación, no es creíble ni reconocible, que toda la línea argumental cargada de emotividad sea disparar contra el adversario. Así para la derecha actual con tres caras PP, CIUDADANOS Y VOX, incluso para PODEMOS como partido de izquierdas, la palabra que más tienen en la boca es Sánchez, al que convierten en el culpable de todos los males de España, pasados, presentes y futuros.

Esto resultaría cómico, si no estuviéramos hablando de cosas tan serias como son los problemas de los españoles y españolas. Desgraciadamente ninguno de ellos, a excepción del señor Pablo Iglesias, le hemos oído hacer autocrítica. Y el líder de los violetas cuando reconoce alguna culpa, al minuto siguiente apunta a Sánchez y no le vemos ánimo de rectificar.

Muchos se encuentran preocupados haciendo todo tipo de cálculos, cábalas y probabilidades sobre quienes ganaran pero sobre quienes gobernaran. Entre palmas y palmitos todos toman nota de los movimientos de cada cual para ni perder comba ni quedarse atrás.

Necesitamos encontrar nuestro lugar en el mundo y en la vida, y hay políticos que se pasan todo el tiempo buscando donde situarse. Procuran tener cuidado con las meteduras de pata para no crearse conflictos ni encolerizarse inútilmente y estar a merced de sus adversarios.

No conviene colocarse en el centro de la tormenta, entre ratas y camaleones. Debemos dejarnos llevar por el lado inesperado de la vida y sorprender a los otros, estando libres de ataduras, y teniendo claro que un pequeño sacrificio en el presente puede ser una gran alegría en el futuro.

Hemos de aclarar las situaciones, poniendo fin a cualquier aprisionamiento o parálisis, espanto o abuso, y estar dispuestos a relativizar nuestro papel, sin que haya problemas que nos provoquen estrés ni nos quiten el sueño.

A veces todos ven, lo que nosotros somos incapaces por mucha atención que prestemos. Por eso nunca debemos perder la oportunidad de dejar las cosas claras, sin jugar con las cartas marcadas, teniendo la sensación, por mucha experiencia que nos asista, como de estar empezando y que cualquier logro nos hará feliz, mientras que nos empeñamos en saberlo todo, es posible que no nos quitemos los cristales opacos de nuestras gafas.

Despistados e iluminados
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