viernes. 19.04.2024

Carta abierta a Lydia Chaparro

 No hay peor mentira que una verdad a medias, que al final genera alarma y desinformación. Nos referimos  a la entrevista de la ecologista Lydia Chaparro en Onda Local Andalucía sobre la pesca en el Mediterráneo, plagada de generalidades, inexactitudes y afirmaciones tendenciosas.

 

Se iniciaba la entrevista afirmando que más del 90% de las especies en el Mar Mediterráneo están sobreexplotadas. Falsa afirmación y aún más grave viniendo de una bióloga. Sabe perfectamente que la información científica dice que más del 90% de las especies "evaluadas" están sobrepescadas. Esta evaluación solo se realiza sobre unas especies y no todas las que se pescan en nuestro mar. Tampoco especifica  qué especies se trata, ni tan siquiera las que denomina en "estado de colapso".

 

  Desde tiempo inmemorial en el Mediterráneo se han venido realizando paradas temporales o vedas, bien dirigida a una especie determinada o a una o varias modalidades de pesca; medida que el sector ha hecho suya y que incluso realiza actualmente sin ningún tipo de subvención. De hecho, el sector pesquero siempre  la ha considerado como una de las mejores medidas a favor de los distintos stocks pesqueros y se ha notado siempre en las distintas pesquerías tras un mes o dos amarrados a puerto.

Es falsa la afirmación que tras estas paradas se produce una  sobrepesca. ¿Cómo va a haber sobrepesca si cada año hay menos embarcaciones en las distintas modalidades? ¿Qué sobrepesca puede existir si existen horarios de entrada y salida a puerto y un máximo de horas en la mar?  ¿Quién hace esa sobrepesca?

 

 La representante de la ONG debe ser veraz y decir toda la verdad: en el Atlántico existe un modelo de gestión basado en TAC (totales admisibles de capturas) y cuotas, pero solo para  algunas especies comerciales, no todas. En el Mediterráneo, sin embargo, se realiza  a través de una gestión de esfuerzo pesquero. Sin embargo oculta  que está de acuerdo con la implantación de TAC en el Mediterráneo, un sistema que para otras ONG y gran parte del sector no hace más que privatizar un bien común como son los stocks pesqueros y la implantación, a "posteriori", de las cuotas transferibles, una mercantilización de estas cuotas beneficiando a las grandes industrias capaces de comprarlas y perjudicando al pequeño pescador.

 

Parece que la propuesta estrella de estas ONG es la prohibición de la modalidad de arrastre en fondos menores de 100 metros (actualmente está prohibido en fondos inferiores a 50) durante todo el año, con el argumento de favorecer a las pesquerías artesanales o de "pequeña escala". Pues bien, no hace falta proteger ni dar acceso prioritario a esta flota artesanal puesto que, hoy día,  no existe ninguna interacción entre el arrastre y ellos. Por otro lado, la implantación de una medida de estas características en Andalucía supondría que la flota de arrastre no podría faenar; en otras zonas alejaría tanto a la flota que la haría irrentable. Parece ser que desconocen que la plataforma por donde pueden faenar estos barcos de arrastre llega hasta los 100 metros de profundidad, más allá el talud les impide faenar, como es el caso de Andalucía. En otras zonas, la plataforma es tan plana que la navegación para alcanzar profundidades superiores sería tan larga como todo el horario que disponen cada día.

 

  La interlocutora en su entrevista no entra a valorar otras cuestiones que la propia Comisión si está considerando y valorando como otros causantes de la situación de los distintos stocks pesqueros y en general el Mar Mediterráneo. Nos referimos a acciones humanas como la presión turística que se ejerce en este mar; la situación de la depuración de aguas que se vierten al mar en los distintos estados miembros; ni a la contaminación ni prospecciones petrolíferas o gasísticas. Tampoco tiene en cuenta el calentamiento global que está provocando, comprobado científicamente, la desaparición de alimentos necesarios para las distintas especies. No se ha valorado en el Mediterráneo el impacto sobre otras especies que haya producido el Plan de Recuperación del atún rojo. En ningún momento de la entrevista hace mención a la pesca recreativa, que en innumerables ocasiones el sector pesquero ha solicitado que se valore el impacto y que se supone que captura un volumen similar a la pesca profesional.

 

Desgraciadamente, tampoco hace referencia a la repercusión que medidas como las que los ecologistas están planteando pueden repercutir sobre las poblaciones costeras dependientes de la pesca: desguace de embarcaciones; pérdida de puestos de trabajo; daño económico irreparable en muchas localidades donde la pesca es el motor económico. En definitiva, en ningún momento analizan la repercusión de sus propuestas al pescador.

 

El primer interesado en seguir con su ancestral medio de vida es el pescador: es su futuro. Y para ello, el pescador, junto a las administraciones, ha ido adaptándose a los tiempos y adoptando medidas, muchas de ellas muy relevantes: selectividad de las artes; implantación de días de pesca; jornadas de descanso; vedas; cierres espacio temporales para cuidar de los juveniles, etc.  y también acciones tendentes a la búsqueda de una mejor comercialización y rentabilidad de su trabajo.

 

El sector está dispuesto a adoptar medidas necesarias para corregir la situación actual, pero medidas asumibles. Y está dispuesto a sentarse y así lo ha demostrado en los foros que haga falta. Pero es necesario que antes de lanzar medidas, como las que se han propuesto, al menos sea consultado, porque el oficio de pescador quien mejor lo conoce es el propio pescador.

Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras

Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores

Carta abierta a Lydia Chaparro
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad