sábado. 20.04.2024

Bienvenido Aventurero

Juan Antonio Palacios

Con Bienvenido estaba prohibido aburrirse. Cada día a su lado era una aventura distinta, lo que le convertía en una persona diferente según el momento que viviera. Era incapaz de seguir disciplinadamente un plan, sin alterar las expectativas y romper los convencionalismos.
Le gustaba explorar todo lo que tenía a su alrededor y experimentar nuevas vivencias, incluso aunque fueran las mismas buscaba otras formas de sentirlas. Resultaba evidente que cuando parecía que no hacía nada, estaba evaluándose y reevaluando, inventándose y reinventándose.
Aunque le gustaban las actividades y deportes de alto riesgo como el puenting o el parapente, sabía que la gran aventura estaba en la cotidianidad y en la habilidad y el encanto para ser convincente y conquistar la voluntad de los demás.
Podía parecer irresponsable e imprudente en algunos de sus comportamientos, dominado por sus pasiones y sintonizados con sus ansías de lo nuevo. Aventurero, aunque no lo pareciera era muy sensible a los sentimientos de los demás, y en ocasiones perdía los estribos.
Se movía entre los dos polos, ya que a veces su generosidad y abnegación resultaban increíbles, mientras que en otras podía parecer el más egoísta, manipulador e interesado de los personajes. Siempre que había un problema en su vida al que tenía que hacer frente, procuraba tomar las decisiones desde la calma y no desde la desconfianza.
La rutina le cansaba hasta el hartazgo y procuraba decidir en el momento y lugar adecuados, como debía ser su vida y qué cambios tenía que replantearse .Había llegado el momento de dejar atrás el pasado y no podía quedarse enganchado a lo que había ocurrido hacía tiempo.
Tenía que centrarse en el presente, y conocer a gente nueva que le aportaran ideas interesantes. Las cosas tenían un sentido que hasta ahora no había sabido ver, y respiraba tranquilo porque sabía cuál era el camino que debía tomar.
Raras veces sentía contrariado porque la realidad no responderá a sus expectativas , y mucho menos sentía miedo por los mensajes de algunos sujetos que intentaban imponerle su criterio, aunque a veces se enojara ante quien le quería hacer comulgar con ruedas de molino.
Bienvenido no era persona de alterarse ni ponerse furioso con facilidad, sino que como con sus aventuras procuraba cambiar el mundo, intentaba ser amable, simpático y si me apuran entrañable y en ese camino resultaba interesante ya que decía cosas discutibles.
Sabía que sus criterios y opiniones levantaban polémica, pero prefería perder con otros que ganar solo. Tenía una gran capacidad de escuchar y sintonizar con los demás. Era valiente, sin caer en la osadía ni en la irresponsabilidad, sino sabiendo gestionar sus fobias y miedos.
Aventurero , había aprendido desde muy pequeño , que hay cosas que solo se tienen si se dan , e insistía , persistía y resistía y lo que le hacía distinto al resto es que había aprendido en el tiempo y el espacio, que todos éramos singulares.
Nuestro personaje, procuraba estar lejos de la banalización y no ser rehén de la cobardía, no exculparse de ninguna responsabilidad que le correspondiera. Y sabía que era imposible emocionar a los demás si nosotros no éramos capaces de emocionarnos.
Nada es eterno y las personas están en permanente cambio. Las cosas tenían un sentido que hasta ahora no había sabido ver y respiraba tranquilo, porque sabía el camino que tenía que seguir.
Juan Antonio Palacios Escobar

Bienvenido Aventurero
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