jueves. 25.04.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

Que no nos aburran con nuevas elecciones. Que ya está bien. No se pueden solventar las incapacidades de nuestros políticos a golpe de convocatoria electoral. Me voy a posicionar al lado de esa minoría que se ha pronunciado a favor de esperar, como Llamazares o Garzón, pero incluso ERC y Pdcat que después de echar para atrás los presupuestos del Gobierno declararon abiertamente que no veían con malos ojos que Pedro Sánchez siga gobernando, porque no tengo nada claro que quienes se manifestaron el domingo reclamando elecciones representen a nada más que a ellos mismos, como el resto. Nadie hoy por hoy puede hablar en nombre de todos los españoles, como a más de uno le gusta hacer, máxime cuando comicio tras comicio vemos una parálisis si no un retroceso del voto a pesar de haberse multiplicado las siglas que ahora tienen voz en el Congreso.

Pedro Sánchez asumió la presidencia por una moción de censura que apoyaron fuerzas que ahora no han querido aceptarle unos presupuestos a los que no les han sacado ningún pero, así que comparto el lamento del ex portavoz de CiU en el Congreso Josep Antoni Duran i Lleida cuando dice que estos grupos "no han obrado correctamente". Como no lo está haciendo nadie, en verdad, empezando por muchos dirigentes socialistas cuya lealtad se pone en entredicho con demasiada facilidad.

Quizás sea excesivo alargar la legislatura hasta 2020, pero aún se puede apurar un poco más este año y sacar adelante cuestiones que se han puestos sobre la mesa y revertirían muchos de los retrocesos vividos en los últimos años. Además, Sánchez también se debe a quien le permitió, casi fuera de hora, acceder a La Moncloa, el PNV, que prefiere demorar la convocatoria electoral, y de esta manera no parecería que una manifestación bastante cuestionada se quede en la retina de alguno como la impulsora que forzó los comicios.

Hay muchas razones para que Pedro Sánchez se piense dos veces convocar con tanta premura elecciones y otra muy clara es el poco espacio de tiempo que hay con respecto a las municipales, europeas y autonómicas. Esto aburre a cualquiera.

Aburrimiento de elecciones
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