martes. 23.04.2024

Javier Salvador, teleprensa.com

Los arrebatos nunca salen gratis, ni los buenos ni los malos. Algunas religiones explican de alguna forma esta relación causa efecto con la definición del karma como esa energía que generan los actos de las personas, pero el refranero español tiene su adaptación con un contundente “el que siembra vientos, recoge tempestades” o el menos filosófico de “a cada cerdo le llega su San Martín”. Podemos elegir la opción que queramos, pero yo me quedo con aquella de que el tiempo termina poniendo a cada uno en su lugar y a Javier Aureliano García, presidente de la Diputación Provincial de Almería por la dimisión de Gabriel Amat, el tiempo le ha puesto como número uno al Congreso de los Diputados y con ello en el punto de mira de todos aquellos a los que durante tanto tiempo ha mirado por encima del hombro de los demás.

La publicación por El País de la primera entrega de lo que amenaza ser todo un serial de cara a las elecciones generales, supondrá una dura prueba de fuego para los de Pablo Casado y su “no sólo hay que ser honrado, sino que también hay que parecerlo”. La fuga de documentación de la empresa FACTO, que lleva en el ojo del huracán desde hace años en Almería, puede suponer todo un problema para aquellos que se vieron beneficiados por su generosidad y aún siguen cobrando de lo público. Los primeros en aparecer son Javier Aureliano García, Pablo Venzal y Manuel Guzmán, pero ya se busca a quien quiera publicar sobre otros viajes, otras empresas, desde el mundial de fútbol de Alemania a un sinfín de historias que van desde Argentina al norte de Europa.

La suerte que tiene Javier Aureliano García en este asunto es la fuente, pero nunca se dijo que una chaqueta de segunda mano saliese gratis. Es cierto que El País publica una factura que procede de la contabilidad de FACTO, la empresa que durante años ha sido la contratista de cabecera del Ayuntamiento de Almería. Ya hay muchas otras entregadas a los porteadores de la información, que no es que precisamente tengan un interés especial en que salga a la luz la verdad para hacer justicia, sino que sencillamente no han podido obtener lo que pretendían de ella y, a partir de ese momento, pasa de ser moneda de cambio a convertirse en información. Lamentablemente es así.

Independientemente de lo que pueda haber detrás de la fuente de información, lo que si está claro es que Javier Aureliano García es de los políticos en activo que pese a su juventud atesora un mayor número de enemigos declarados, ya sea en el mundo empresarial, entre sus compañeros de partido o en los medios de comunicación.

Ha utilizado la publicidad institucional para intentar aleccionar a los medios o bloqueado la información a los incómodos, hasta el punto de que cuando sale el listado de las inversiones de publicidad de la diputación, el listado de los contratos, en los corrillos de periodistas hablamos de cuánto le cuesta al PP el espacio que ocupa en cada medio. Y ojo, que también es interesante saber quién le vende y quién no a la Diputación Provincial de Almería.

Ahora bien, el por ahora número uno al Congreso de los Diputados, que lo seguirá siendo dependiendo de la artillería que se haya entregado a El País y lo que esté dispuesto a publicar o no el Grupo Prisa, tiene que tener claro que una vez en Madrid, si llega, y lejos de los manejos presupuestarios, le puede esperar una travesía del desierto tan incómoda o placentera como el karma que haya ido generando estos años. Casi nada.

Abierta la veda de Aureliano
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