El Congreso ha iniciado, por fin, el debate sobre la eutanasia con vistas a tratar de aprobar una ley este mismo año que ofrezca a la persona el derecho a una muerte digna. En principio la iniciativa del PSOE contará con el apoyo de toda la Cámara, salvo el PP y VOX. Parece que esta vez, Ciudadanos se desmarca de sus aliados políticos para respaldar una propuesta que entienden ‘apropiada’ a un partido liberal y de centro. Parece que sumar su voto al de fuerzas independentistas no le va a provocar, al menos en esta ocasión, urticaria. Bienvenido sea
De esta manera, todo apunta a que únicamente 140 de 350 votos se van a posicionar en contra de una demanda social con un amplio respaldo, como demuestran las numerosas firmas que se han presentado en varias ocasiones solicitando dar salida a esta ley.
Aún sabiéndose tan inferiores, esta derecha bravucona ha tenido el poco sentido común de defender su postura reprochando al Gobierno que con esta ley lo que busca es un “ahorro” del gasto en sanidad y pensiones. Más bajo no se puede caer.
Querer simplificar un asunto como éste con argumentos tan despreciables pero que resultan facilones para trasladar a la sociedad, resulta indignante. De VOX no extraña, acostumbrados como estamos a su discurso de charlatán pero del PP se esperaba un poquito más de seriedad a la hora de abordar el tema.
De todas formas, queden todos tranquilos que la ley de eutanasia si finalmente ve la luz, como todo apunta, es sólo un derecho más que adquirimos pero del que no estamos obligados a hacer uso si no queremos.
