jueves. 28.03.2024

Javier A. Salvador, teleprensa.com

Desde hace meses en Almería estamos planchando trajes y limpiando corbatas para ir a la playa de Aguamarga porque según el presidente y el vicepresidente de la Diputación Provincial de Almería, ampliamente conocidos en los juzgados por sus churros y churrerías, los reyes de España no sólo iban a venir de vacaciones, sino que más o menos se esperaba que despachasen aquí entre las chumberas como si esto fuese Marivent. Y gracias a lo que sea no sucedió. Pero vamos, que era tan seguro que venían que ya nos pensábamos que casi abrían un chiringuito en la misma playa para mezclarse con el pueblo tomando unas cañas, que al fin y al cabo SM Felipe VI es un Borbón.

Como aquello falló y jamás diría el que suscribe que fue una invención al estilo de “tú publícalo que la gente lo cree todo” y obviamente los hubo que lo publicaron y corrieron el bulo, había que sacarse un as de la manga. Las prisas llegaron tras conocerse los datos de intención de voto que reflejan en el PP la misma caída libre que ya tuvo el PSOE en su momento y como ahora se ven debajo de éstos y nunca creyeron que podrían llegar tan bajo, el mismo sujeto de la Diputación decidió que utilizaría toda su influencia para que Mariano Rajoy viniese a Almería, viese a los suyos y diese por concluida la crisis económica, la de partido, la de fuga de votos y todo. Un veni, vidi vici a lo más puro Julio César, pero claro, no fue así.

El pobre Gabriel Amat, que de pobre no tiene nada y de ángel sólo el nombre, vendió sin miedo alguno en sus medios colegas que Rajoy venía a Almería a contar cosas gordas. Más o menos las vías del Ave ya no las iban a traer con camiones sino con aviones Hércules del Ejército para ir más rápido. Vamos, que iba a anunciar una desaladora en Tíjola, un pueblo del interior, pero se contuvo porque tiene la misma playa que Madrid, pero también lo iba a arreglar Rajoy.

Pues bien, si ustedes vieron a los reyes  bañándose en Aguamarga también tuvieron la suerte de escuchar los anuncios de grandes obras e inversiones que Rajoy traía para Almería. 

Lo único que sí dejó claro Rajoy en esta provincia es que ya no sabe ni a lo que se dedica Javier Arenas, porque sólo le faltó decir ¿Javier, a qué te dedicas ahora dentro de esas tantas ocupaciones? También quedó claro que a Juanma Moreno no lo respetan ni los suyos, porque si lo buscan en las fotos siempre lo verán en la segunda fila y, sobre todo, que la Cámara de Comercio de Almería tiene un muy pobre poder de convocatoria, porque creo que de los que pagan cuota, ya que fue Rajoy quien la dejó sin ingresos, apenas estaban los de la primera fila. Los otros eran invitados del PP y pocos más.

Veni, vidi, vici ¿y se lo cree Rajoy?