martes. 23.04.2024

URGENTE: En busca de personas Tipo C

Amador J. Lara Sánchez, Director Journal of Sport and Health Research

En el ámbito deportivo y posiblemente en la vida misma, ya que todo lo aplicable al deporte se puede extrapolar a la vida diaria, la consecución de metas u objetivos, fundamentalmente grupales, pasa por la necesidad imperiosa de invertir el tiempo personal en la consecución del fin propuesto.

Algunas personas no están dispuestas a invertir ese tiempo personal para alcanzar una meta colectiva, es más, algunas personas ni siquiera son capaces de proponerse una meta colectiva, un objetivo común, llamémoslas Personas tipo A (por ejemplo, de apáticas). Su lema es “siempre que haya alguien que haga algo por o para mí, bien hecho está, para qué me voy a entrometer”.

En cambio hay otro tipo de personas que, por el contrario, se proponen no sólo un objetivo, sino varios y cuanto más altos mejor, no obstante, tampoco están dispuestas a invertir su tiempo personal para la consecución de los mismos. Estas personas, normalmente, cuando otra persona consigue algún objetivo por el grupo también suelen tener un lema: “yo lo hubiera hecho mejor”, aunque realmente nunca afrontaron ninguna de las actuaciones que se propusieron, eso sí, según ellos, si lo hubieran hecho siempre lo habrían hecho mejor, no cabe duda, el problema para el colectivo es que nunca lo hicieron. A estas personas las podemos llamar Personas de tipo B (por ejemplo, de beneficiarios inconformistas).  

Tanto en las personas de tipo A como en las personas de tipo B, la realidad es que el resultado final de un proyecto o la consecución de un objetivo común o grupal no se alcanza, ya que la visión de esfuerzo, sacrificio o inversión del tiempo personal por el avance grupal es nula, no existe.

Afortunadamente, también existen personas, conocidas como Personas tipo C (por ejemplo, de currantes), que son capaces de sacar tiempo de donde no lo hay para conseguir lo que se proponen. Este aspecto cobra más importancia aún si cabe ya que en la mayoría de ocasiones el objetivo que se proponen es grupal, es decir, para la mejora de un colectivo. Hay que intentar por todos los medios que el grupo tenga a una persona Tipo C como líder, es la única manera de garantizar que el proyecto avance.

En este sentido se deberían hacer varias apreciaciones. Por un lado, que nadie engañe a nadie diciendo que no tengo tiempo, no puedo… Está claro que se tiene tiempo para lo que se quiere. Si alguien te dice en algún momento que no tiene tiempo para hacer algo lo que quiere decir que es que no le resulta esa propuesta tan interesante como para invertir parte de su tiempo en dedicarla a eso. Un líder debe tener muy claro que si alguien no se compromete por sí mismo a participar en un proyecto o actividad, no le debe insistir para que participe. Se estaría engañando a sí mismo, ya que esta persona finalmente por insistencia estaría asumiendo realizar una función en una parcela del proyecto que nunca va a llevar a cabo.

Por otro lado, cuando un líder se decide a trabajar para conseguir algo es muy importante que se proponga objetivos pequeños y alcanzables, ya que proponerse objetivos muy ambiciosos le puede llevar a una decepción no superable. Es preferible ir proponiendo pequeños pasos y cumpliéndolos satisfactoriamente antes que proponerse un mega objetivo, poner mucho empeño en conseguirlo y cansarse antes de hacerlo realidad.

Es igualmente importante, que un líder tipo C se rodee de otras personas tipo C e intenten evitar por todos los medios a las personas tipo B (las personas tipo A se excluyen por sí solas, a ellas no hay que evitarlas).  ¿Qué se consigue haciendo esto? Lo que se consigue es asegurar el trabajo para conseguir un objetivo. Una persona tipo C por sí sola no va a poder afrontar un gran proyecto, aunque sí pequeñas actuaciones. Para llegar a conseguir que grandes objetivos se hagan realidad se requiere la SINERGIA entre varias personas tipo C. Es importante destacar que siempre será más efectivo tener un pequeño EQUIPO formado por 4 personas tipo C que un gran grupo formado por 1 persona tipo C y 10 personas tipo B. En realidad este gran grupo llegará a conseguir incluso objetivos de menor calibre que una persona tipo C por sí sola.

Una vez se haya constituido un verdadero EQUIPO liderado por personas tipo C, cualquier objetivo, cualquier actividad, cualquier proyecto que se propongan podrá ser alcanzado. Cada miembro del EQUIPO confía plenamente en los demás, cada segundo dedicado al trabajo es valorado ampliamente por los demás, el más insignificante de los gestos de alguno de los miembros es recibido con gratitud por los demás, en definitiva, la creación de un EQUIPO con estas características es una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida.

Cuando una persona tipo C o un EQUIPO tipo C lidera un proyecto las actuaciones fluyen y los objetivos deportivos, económicos, sociales, educativos, científicos… se consiguen. No obstante, se debe tener cuidado con la implicación de personas tipo A y B (fundamentalmente tipo B) en esos proyectos o actuaciones ya que pueden ser causa de mal funcionamiento de un engranaje supuestamente perfecto. En un grupo puede haber personas de tipo A, B y C, no obstante, es importante no involucrar en las tareas de dirección, decisión o ejecución a las tipo B. Al contrario de lo que podría pensarse lo más probable es que generen frustración, malestar, discrepancias en las formas, enlentezcan el progreso…

Entonces, cuando una persona tipo B se convierte en destructiva para el grupo, sin realizar aportaciones sólo críticas, y esa conducta se mantiene en el tiempo, esta persona arrastra a otras personas de tipo A y B a pensar del mismo modo y es el momento en el que un líder reconoce la evidencia: una retirada es posiblemente más beneficiosa que continuar liderando un grupo en el que a nadie le parece bien nada, o como escribió Oliver hacer unos días “no es rendirse, es saber que ya fue suficiente”. Desde ese momento, el líder/es se libera del grupo y el grupo se libera del líder/es pudiendo continuar cada uno en paralelo sus caminos y disfrutando cada uno de sus proyectos o actuaciones a su modo. Es el tiempo el que dará un nuevo líder al grupo y el que dará un nuevo EQUIPO al líder.

“Si te consideras una persona tipo C, cuando encuentres a un líder tipo C o a un EQUIPO tipo C no los dejes escapar, únete a ellos y los resultados fluirán, no por sí solos, sino por el trabajo conjunto de todos”.

 

Dr. Amador J. Lara Sánchez

Director Journal of Sport and Health Research (www.journalshr.com)

Director Grupo EDAF: Educación, Deporte y Actividad Física (www.amadorjeh.blogspot.com)

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