miércoles. 24.04.2024

Delegación de URA en IMART

ALMERÍA.- “Una semana muy especial para toda la delegación de URA Clan, que fue creciendo con el transcurso de los días”. Es la valoración primera de Cristóbal Moya encabezando una amplia presencia almeriense allí donde latía la razón de ser del deporte inclusivo junto a “Manolo, Melani, Luisaki, Jorge, Miguel, Pertíñez, Daniel, Lidia, Roberto y, los más importantes, nuestros ‘valores’ como Rodrigo, Alonso, Pedro, Íker, Esther, Manolo, Gustavo, Niel y Miguelete”. No fue un viaje para hacer turismo a Vitoria, aunque se disfrutó enormemente porque se supo ‘exprimir’ al máximo lo que ofrecía el ambicioso programa que había diseñado la organización del evento.

Así de claro lo deja Moya: “Nuestros ‘valores’ firmaron una gran participación, siendo la delegación que asistió a todas las ponencias y charlas, siendo nuestros monitores y jugadores invitados a intervenir en los partidos de la selección IMAS, con gran éxito de todos ellos”. Por lo tanto, no se asistió, sino que se fue parte del International Mixed Ability Rugby Tournament y eso puede marcar un antes y un después: “Nos traemos grandes experiencias en lo personal y, lo más importante, en lo relativo a todo lo aprendido en el deporte inclusivo; las ponencias a las que asistimos abarcaron desde aspectos técnicos del rugby incluso hasta la calidad de vida, y un largo etcétera en medio”. 

URA Clan es una realidad consagrada porque se ha venido erigiendo sobre los más sólidos pilares, confirmado este extremo en el IMART 2017. El evento ha servido para consolidar la confianza de estar desarrollando un proyecto único y maravilloso sobre el que las administraciones deberían apoyarse para construir una sociedad mejor. Una organización perfecta, y Almería felicita: “Destacamos la magnífica atención por parte de la organización IMAS y sus voluntarios –los nuestros los mejores-, y los equipos que asistieron al Mundial”. Sencillamente, “fueron creadores de un entorno de familia, amistad, solidaridad, igualdad… valores que siempre han destacado en nuestro deporte”. 

Desde dentro del IMART y corroborando las impresiones de Cristóbal, Roberto Aguado, un Lomo Plateado voluntario en el evento, se siente muy satisfecho apoyado en la experiencia de sus chicos de ASPRODESA: “En el coche de vuelta a Almería, después de 5 días de rugby inclusivo y voluntariado, después de 2.000 kilómetros, después de 10 horas de viaje por la noche dirección al Mundial, sabiendo a dónde íbamos pero sin tener aun claro todo lo que íbamos a vivir, después de 10 hora de viaje de vuelta, lo que destaca es una enorme sonrisa dibujada en la cara de Gustavo, Manolo y Niel”. 

Se trata de las personas con discapacidad intelectual con los que Aguado se embarcó en “esta aventura”, y cuya respuesta al ser preguntados por cómo se lo habían pasado llenó del todo a su monitor: “Me hizo recordar esa teoría que tengo y que hacía poco que había hablando con algunos de los compañeros de esta experiencia, esa teoría por la que a la gente que quiero la veo guapa inevitablemente, e igual que yo, y siguiendo esa teoría, a Gustavo, Manolo y Niel les ha gustado todo en Vitoria, la gente, el rugby, el voluntariado, el equipo de Almería, la comida, hasta el café o el pan dicen que en Vitoria están más buenísimos”. No hay otro secreto que el respeto y el cariño.

 

En ese sentido, Roberto Aguado se descubre ante la organización en la que se ha integrado: “La experiencia vivida, el recibimiento y el trato que nos han brindado, cada segundo compartido, cada minuto jugado… han hecho que nos sintamos queridos, nos han hecho sentir como uno más y han hecho que queramos a estas personas, a esa ciudad y a ese deporte y sus valores más aún”. El hilo de la valoración no se pierde desde el punto de vista de Melani Sola: “Hablemos de inclusión… muchas experiencias y emociones traigo en mi maleta de vuelta a Almería; en Vitoria he podido sentir, llevados a su máximo exponente, los  valores que representa el rugby”.

 

Una vez más, y como no podía ser de otro modo, a Sola se le ilumina la cara al recordar cómo “se sentían latentes, en cada instante vivido, el compañerismo, la deportividad, el respeto y la humildad, claves de una convivencia inclusiva; equipos de diferentes países, idiomas y culturas unidos por un deporte”. No ha dejado escapar la ocasión de aprender mucho y disfrutar emocionalmente: “He tenido la oportunidad de asistir a grandes ponencias sobre neurodiversidad y a vibrar en las gradas con cada partido, aprendiendo de todo para poder llevarlo a la práctica con URA Clan; he sentido que la inclusión en el deporte es posible, no es utopía; la inclusión en el deporte tiene un nombre y es rugby”.

 

Otra valoración es la de Luis David Martínez, contundente en la misma idea: “Objetivo cumplido; un evento como IMART 2017 demuestra que la inclusión es posible”. A su juicio, deberá dejar marca y tomarse como ejemplo: “Ha sido un campeonato mundial de cariño, respeto, aprendizaje, diversión e inclusión de todos nosotros, que aun tenemos mucho que aprender; hoy me he despertado siendo otra persona porque he comprendido muchas cosas”. Además, Luisaki aprovecha para finalizar con el tono reivindicativo que es necesario para que se pueda seguir puliendo esta joya llamada URA Clan, así como el resto del gran proyecto URA: “Hay que insistir en el hashtag #uncampoderugbyya”.

 

Por último, Miguel Palanca, que acudió con su familia, no ha podido, por ahora, dejar de reivindicar y ahora, tras de lo vivido, siente una mayor responsabilidad por cuidar la vertiente social del club que preside: “Satisfacción enorme de la oportunidad de participar en un evento de esta magnitud representando a Almería con una veintena de personas que, a su vez, representaban a otras muchas que no pudieron ir; responsabilidad de poder continuar con este proyecto social en el que como padres nos vamos a dejar la vida; exigencia de que las instituciones públicas acompañen estos proyectos para que en breve URA Clan deje de ser el único proyecto real de deporte inclusivo”.

 

El presidente de Unión Rugby Almería pide de nuevo que en negrita se escriba el hashtag #uncampoderugbyya: “No va a parar nuestra reivindicación de respeto y  valores”.

URA Clan no despierta del sueño vivido en IMART
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