Derribo del Toblerone
ALMERÍA.- UPyD Almería ha denunciado ante distintas administraciones tanto la demolición del Toblerone como el modo en que se está realizando, al no estarse contemplando el hecho de que estas instalaciones tienen un carácter minero y que su demolición requiere permisos especiales. Asimismo, también ha advertido de que la actividadde derribo de esta infraestructura no es inocua. Según la portavoz de UPyD en Almería, Laura Rodríguez-Carretero, “la actividad realizada en el Toblerone estaba catalogada como molesta, nociva y peligrosa” por lo que la delegación de Economía, Ciencia e Innovación debería haber sido informada para que se aplicaran las medidas preventivas pertinentes para evitar posibles perjuicios a la población. Sin embargo, desde UPyD aseguran que al inicio de la demolición esta delegación no había sido informada.
Esta formación también ha presentado denuncia ante Sanidad por los mismos motivos según informó Rodríguez-Carretero, quién aportó fotografías en las que se observaba la gran cantidad de partículas en suspensión que se están esparciendo en el derribo de la infraestructura. Estas partículas afectan a más personas que cualquier otro contaminante y sus principales componentes en esta demolición son el polvo de minerales y cemento.
En su opinión “las empresas promotoras no están aplicando la legislación vigente en materia de seguridad medioambiental puesto que como mínimo deberían estar regando para minimizar la emisión de particulas, ante la pasividad del Ayuntamiento que es el encargado de velar por el cumplimiento de la normativa vigente”.
Por otra parte UPyD tilda de “lamentable” que pasen los años mientras el futuro urbanístico de esta zona sigue sin estar claro al no resolverse proyectos tan importantes como el soterramiento del ferrocarril o la llegada del mismo al puerto. La incertidumbre se evidencia periódicamente con acontecimientos como la paralización de la cesión de los terrenos de Renfe por parte de Fomento en los que se iba a realizar la zona verde prevista en esta zona y la conexión de la rotonda de la comandancia con la carretera de Sierra Alhamilla.
En relación a la polémica suscitada por el desmantelamiento de la antigua instalación minera, Laura Rguez-Carretero afirmó que “la rehabilitación de la edificación habría supuesto, aparte de una apuesta por la creación de un espacio cultural y social nuevo y necesario, un referente del importante papel que la industrialización ha jugado en la arquitectura propia de nuestra ciudad. Con su derribo también se destruye una parte de nuestra identidad e historia reciente”.
