sábado. 20.04.2024

¡Simple aprendiz de escribiente!

Ana Mancheño, teleprensa.com Sevilla

Voltaire decía “La escritura es la pintura de la voz”. Y es que no sabes cuánto te apasiona ésta- la escritura-  hasta que no publicas un texto la primera vez. Y en esta primera vez también hay miedos, cautela y un poco de timidez por una sencilla razón: falta de seguridad en uno mismo. Pues como todo se va adquiriendo a medida que practicas y para practicar tienes que empezar. Un axioma simple, pero la mayoría de las veces lo simple ¡Parece tan complicado!

Y claro, según vas desarrollando esa maravillosa capacidad, más consciente eres  que necesitarás mucho tiempo para dejar de ser un aprendiz de escribiente. Cosa que, por otro lado, es bueno no creer que domines perfectamente algo por completo. Pues entonces, ese día dejarás  de sentir o peor aún, te habrás vuelto imbécil.

Hace un año que escribo en esta sección de Teleprensa  y, a todos y todas –sean muchos, pocos o poquitos les doy las gracias  si  en algún momento se han detenido a leer lo que, con tanto entusiasmo, relato cada semana. Unas veces contaré cosas interesantes y otras no, pero siempre, siempre poniendo mucha pasión.  Intentando aportar una visión distinta en aspectos cotidianos de la vida. Puede ser que muchos estén en desacuerdo con esos artículos. Pero en eso reside el respeto y la tolerancia hacia los demás en aceptar a  quienes  no comulgan con tus ideales o  forma de entender la existencia.

Y si, para otros, he aportado claridad a lo que ya intuían, sería una emoción indecible. Porque lo más bello de escribir es imaginar que les llega y hace reflexionar. Y que cada texto, según sea el lector, le dará una interpretación distinta.

Por ello la palabra, la escritura, es la mejor herramienta de comunicación que posee el hombre. El arte de la escritura como medio de expresión es inigualable. Manifestar a través de ésta pensamientos, a veces filosóficos, otras superficiales, algunos profundos, otros actuales… Pero con un denominador común: escribir con entusiasmo. Porque para mí componer, sea sobre lo que sea, y  hacerlo con anhelo es una forma de arte. Aunque cada cual lo perciba según el color del cristal con el que mire.

Por eso soy aprendiz de escribiente y por eso algún día, este aprendiz, espera subir un peldaño más. Pero, para mantener el equilibrio en esta escalera que es la vida,  antes tienes que tambalearte. Y saber qué, lo pisado en la subida, probablemente lo encuentres en la bajada. Así pues, sin perder jamás esos principios seguiré con esta máxima. Ser aprendiz para saber cada vez más. Pero sin pretender dejar de serlo pues impediría seguir avanzando. 

¡Simple aprendiz de escribiente!
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad