viernes. 29.03.2024

Javier Salvador, @jsalvadortp

Albert Rivera, presidente de Ciudadanos ha anunciado que si Rajoy miente no habrá nuevos pactos de investidura, y claro a dos años vista de las elecciones generales, esta afirmación tiene más pinta de intentar atraer votos del PP hacia su formación, dando a entender que el gallego no volverá a poner sus posaderas en la bancada azul del Congreso de los Diputados. Decir eso de “si Rajoy miente” es como dar por hecho que tiene en su mano la justificación para todo pero que prefiere la amenaza táctica a la actuación acorde con sus propias sospechas.

Eso de si Rajoy miente aún no sabemos si se refiere a las pensiones, al aumento de la deuda o a los casos corrupción que mantienen a su partido como un barco con el timón averiado y en plena tormenta frente a Finisterre, con la particularidad de que como han vetado la propuesta de En Marea para reducir la edad de jubilación del personal del Servicio de Guardacostas en Galicia, me da la impresión de que ni siquiera allí empieza a estar en territorio amigo.

Ciudadanos está haciendo un uso excesivo de comunicación coercitiva en un momento en el que las encuestas reflejan un efecto champan que les va a costar mucho mantener, sobre todo porque necesitan poner sobre la mesa medidas reales conseguidas por ellos, ya que su principal baza, los autónomos, son los primeros desilusionados por el mero hecho de que pagan lo mismo que antes y hasta más que ningún trabajador que quiere llegar a una jubilación máxima, con la salvedad de que es ahora el Gobierno que ellos protegen quien ya avisa de que no habrá pensiones para todos y mucho menos al nivel del resto de países europeos. Es decir, que nos abocamos hacia un futuro en el que se pinta una tercera edad pobre y dependiente de sus hijos. Y claro, puede que sea a eso a lo que se referían los votantes del PP cuando decían que Rajoy le iba a dar la vuelta a España. En fin, que para eso mejor la hubiese dado en bicicleta.

En este panorama, con una tercera edad amenaza de pobreza y con una juventud abocada a contratos míseros y temporales, el PSOE tiene ante sí un tren que parece que no es capaz de coger, sencillamente porque no se ponen de acuerdo ni en la estación donde tomarlo ni en la dirección que quieren que circule. Al final puede que lo intenten, pero no es lo mismo subirse al tren en este momento, paradito en la estación y con el revisor tan despistado que si no le pagas el billete casi que ni se entera, que cuando eche a andar y tengan que subir corriendo y por el vagón de cola. Y pasa lo que pasa, que en esa situación siempre hay alguien se queda fuera y luego busca venganza.

“Si Rajoy miente” no creo que sea unas de las grandes incógnitas de este país, pero sí empieza uno a preguntarse qué esconden los demás como para no sacar del Gobierno a un partido cuya última generación de altos cargos se pasa el día en los juzgados por causas de corrupción, condena a los jóvenes a un mercado laboral que seguro que no lo quieren para sus hijos y amenaza a una generación que ahora está en su edad más productiva a un futuro de pobreza tras la jubilación.

Si Rajoy miente