viernes. 19.04.2024

Qué poca vergüenza

Álvaro Cabo Ciudad

No sé, si lo que siento es decepción o indignación, quizá lo segundo, y os explico porqué. Recientemente, he sido invitado por el AMPA de un colegio público de Castro Urdiales(Cantabría) para hablar de mi blog, de mi libro, como veo yo la situación de la educación en nuestro país, y que es lo que estoy haciendo para que la cultura, se vuelva a poner de moda en España y que los niños y jóvenes dejemos de vernos reflejados en modelos sin fundamento, sin oficio ni beneficio.

Mi asistencia allí causó gran expectación y tanto es así, que la sala se lleno al completo de personas de todas las edades, interesados en lo que tenía que contar. El AMPA del colegio había repartido invitaciones a todos los socios y por supuesto a todos los profesores del colegio. ¡Me podeís creer que no vino ninguno! ¿eso es lo que les interesa a algunos docentes la cultura? También tres emisoras locales me habían entrevistado antes del acto muy interesadas por mi presencia y tampoco ningún representante político  del lugar se acercó al colegio, ¿ese es el apoyo a  la cultura?Y eso que estamos en campaña electoral. 

En la sala había niños y adolescentes de los que tengo que resaltar, el enorme respeto y silencio que guardaron durante casi la hora y media que estuve hablando, chicos que se interesaron por lo que hacía con sus preguntas, muchos de ellos con unas características similares a las mias, interesados en aprender, en esforzarse por ser mejores y precocupados porque en las aulas se les frena y además se aburren.

Si los profesores estuvisen interesados en ayudar a sus alumnos, se habrían tomado la molestía en asistir al acto y así poder tener una opinión propia de que si lo que digo, son tonterías o son realidades como un templo de grande. 

¿Dónde están los profesores para escuchar esto? se oía a algunos padres, y con razón.

Que poca vergüenza y que falta de respeto hacia la asociación de padres de alumnos. Exigís muchos derechos pero queréis tener muy pocos deberes, lo siento, pero es así. Luego cuando hacéis una huelga para reclamar una educación pública de calidad, ¿a que os referís de calidad? ¿a trabajar menos horas y cobrar más, o a reciclaros para atender al alumnado que lo necesita como se merece? A mis 11 años, ya he tenido que oír a profesores decir delante de mis narices que ellos lo tienen todo hecho. Luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando publican un informe PISA tan nefasto. 

¿De qué nos sirve tener en un colegio un profesor con vocación?, si después no tiene un equipo de orientación detrás para respaldarle y se dedican a quitarle la idea, no sea que les dé más trabajo a los demás.

Por experiencia propia, puedo hablar de dos colegios, que con los mismos recursos, son capaces de hundirte o de ponerte en el lugar que merecen tus capacidades. Todo depende de las ganas de trabajar que se tengan, de la vocación, del respeto a su profesión y de un buen equipo de orientación. Por suerte no todos son iguales.

Es curioso que en Túnez, país que algunos ignorantes creen tercermundista, mi presencia y mi conferencia Las letras no tienen edad ni fronteras, causara gran expectación tanto en alumnos como en profesores. El rector de la Universidad de La Manouba, el Prof. Dr. Ridha Mami, así como, los catedráticos, Adel Ben Othman, Rym Zayani, Mabrouk Mennai, ect,  el embajador de España Juan López Dóriga y el ministro de educación D, Fethi Jeray, todos escucharon lo que tenía que decir, e incluso en la actualidad siguen hablando de ello en el Canal Internacional de Túnez. Y en su momento fui entrevistado por medios de comunicación nacionales que se acercaron a conocerme.

Increiblemente, los alumnos tunecinos saben más historia de España, que muchos españoles y con la mitad de medios que nosotros la mayoría hablan 4 idiomas. Y nosotros desperdiciando el talento, ¡que limitados somos!

Ya para terminar me gustaría hablaros de un estudio llevado a cabo, por el equipo de Análisis de Impacto de Futuras Tecnologías de la Universidad de Oxford,  que dice que el 47% de los empleos actuales podrían dejar de existir de aquí a 20 años por culpa de las nuevas tecnologías, entre esos empleos está el de profesor. Solo se salvarán los trabajos que precisen de creatividad, interacción social, negociación, o capacidad de organización y resolución de problemas. Los demás podrán ser sustituidos por máquinas, que no se casan, no se ponen malos y pueden ser programadas a la carta. 

En los colegios se nos tiene que preparar para la vida actúal, y para ello nuestros porfesores tienen que están formados para medir la creatividad, emprendimiento, idiomas y nuevas tecnologías. No existen niños aburridos si el profesor se entrega.

O cambiamos el chip y nos damos cuenta, que en esta sociedad todos tenemos mucho que decir incluidos los niños, o terminaremos trabajando para engrasar robots.

Álvaro Cabo Ciudad - http://mipaisatravesdemisojos.blogspot.com.es

Qué poca vergüenza
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