viernes. 29.03.2024

Precariedad en los servicios sociales de El Ejido

Juan Francisco Puga Murcia. Máster en Dirección y Gestión Pública

No es que sólo se pueda analizar, sino sentir en la calle, cómo ha disminuido la inversión desde 2011 de forma notable en servicios sociales. En las liquidaciones presupuestarias se observa la auténtica realidad ya que en los presupuestos (previsiones) las cifras difieren por diversos motivos.

De los 91,81€ (2011) a los 44,92€ (2016) se han reducido notablemente las aportaciones en las partidas presupuestarias. Cabe destacar el año 2015 no sólo por el tijeretazo sino por el crecimiento poblacional y leve disminución de la tasa de paro.

A pesar del crecimiento poblacional, las partidas se redujeron. La justificación no puede hallarse por la reducción de la tasa de paro, que como todas y todos sabemos no suele ser realista al no considerar otras variables. No es que se pasara del 19,34% al 16,03% entre 2014 y 2015 sino que se pasó del 22,47% al 21,61%. Posteriormente a 2015 el porcentaje en ambos casos se reduciría, por ejemplo, con diversos programas de empleo o estímulos a la contratación que, en cualquier caso, no proceden de decisiones municipales mientras que los servicios sociales sí. Y ojo, la ayuda a domicilio si mejora en El Ejido es gracias al aumento en transferencias de la Junta.

No es aceptable, en un municipio con diversas brechas, desigualdades sociales y con múltiples desequilibrios laborales, un gasto tan precario. Las políticas municipales no resultan eficaces para atender tantas necesidades, ni tampoco realistas si consideramos los criterios para ser atendido con prestaciones asistenciales municipales.

Una sociedad expuesta a la incertidumbre, al miedo y a la angustia ante la posibilidad de quedar desamparada por el desempleo pues el mercado laboral está dominado por la contratación temporal (97%) y la cobertura de la Seguridad Social no se adapta al contexto… No encuentra, si quiera, amparo en el Gobierno local; el más próximo y supuestamente más cercano, para quien la rentabilidad es el condicionante. Ahora, en los momentos difíciles es cuando hay que atender, pero sin gastar lo suficiente no se atiende y se porta el galardón de la indignidad social.

Clases trabajadoras expuestas a una reforma laboral que, además de las pérdidas de derechos laborales y cuestionables condiciones laborales, ha multiplicado las velocidades del mercado laboral, si antes marchaba a dos ahora marcha a más de cuatro especialmente con el crecimiento de la contratación a jornada parcial (pasamos del 7% de 2006 al 13% de 2016).

El Ejido, a pesar de que la tasa de paro baja por las maniobras e ingenierías políticas de estadistas, se encuentra marcado por una espeluznante realidad; el riesgo de exclusión social sigue aumentando hasta el 27%. Hay quienes hablan de cifras de PIB y que el Poniente es una comarca “rica”, pero lo cierto es que cada vez muchas más personas tienen que apretarse el cinturón a final de mes pues ya sabemos que la renta per cápita bruta no es la neta, a lo que sumar el coste de vida y presión fiscal municipal sin redistribución.

Juan Francisco Puga Murcia.

Graduado en Ciencias Políticas y de la Administración.
Máster en Dirección y Gestión Pública.
Vocal Comisión Permanente del CJA.
Vocal Junta Local de Balerma.

Precariedad en los servicios sociales de El Ejido
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