Juan Carlos Pérez Navas, senador del PSOE por Almería
Día tras día se habla en diferentes ámbitos de la necesidad de que Almería crezca económicamente y, especialmente, de los problemas que tiene para ello. Se puede decir de muchas maneras pero todas convergen en la idea de conseguir crear puestos de trabajo para lograr sacar del paro a más de 61.000 almerienses y de propiciar un desarrollo que mejore la cuota de bienestar social en la provincia.
Nadie dice que el camino para alcanzar esos objetivos sea fácil, pero nadie tampoco pone en duda que, en ese recorrido, el Gobierno de España tiene que pasar de las palabras vacías a los hechos que respalden el crecimiento de sectores estratégicos como la agricultura y el turismo, además de impulsar la industrialización de Almería. Los hechos son, ni más ni menos, que inversiones. Esas que, lamentablemente, no se contemplan en unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 que son catastróficos para nuestros intereses inmediatos y futuros.
Resulta evidente que si los diputados nacionales del PP y de Ciudadanos por la provincia defendieran realmente el territorio al que representan, y no los intereses de su partido, tendrían que votar en contra de unas cuentas que nos lastran o, al menos, tener la valentía de enmendarlas como se merecen los almerienses. En el PSOE lo tenemos muy claro y, por eso, hemos presentado más de una treintena de enmiendas que corresponden a cuestiones específicas de Almería, a las que se suma la repercusión directa que tendría la mayoría de las 1.800 presentadas en total y entre las que se encuentran, por citar dos ejemplos, la petición de la puesta en marcha de un plan especial de empleo para Andalucía o la reclamación para que el Gobierno de Rajoy financie la parte que le corresponde de la Ley de Dependencia para, de ese modo, poder atender a un mayor número de personas.
Pero volviendo a las enmiendas elaboradas desde el Grupo Parlamentario de Almería, del que formo parte como senador, se hace necesario destacar las relativas a infraestructuras, un aspecto clave de cara tanto a potenciar Almería como destino turístico como a dar salida a la producción agrícola y a la vinculada a la industria del mármol. 500 millones de euros para las obras del AVE que el PP nos niega, la electrificación de los tramos que la tienen pendiente en el tren convencional a Granada y el intercambiador de ancho de vía en la capital nazarí son las principales reivindicaciones en materia ferroviaria, a las que se añade, en carreteras, un tercer carril de la A-7 entre Viator y El Ejido que descongestione una vía con alta densidad de tráfico.
Una vez que la presión socialista ha logrado que el Gobierno de Rajoy vuelva a recuperar la línea eléctrica Vera-Baza en la planificación energética nacional, es el momento de que la misma se acompañe de un plan de impulso a la industrialización de la provincia. Y, junto con esa justa petición para los PGE, especial lugar tienen que ocupar las obras que garanticen que nuestros campos reciben el agua que necesitan. Se tienen que contemplar ya actuaciones como el arreglo de la desaladora de Cuevas, la ampliación de la de Carboneras y su conexión con el campo de Tabernas o el túnel de desagüe de la Balsa del Sapo de El Ejido.
Los socialistas sabemos que hablamos de proyectos que no se ejecutan de un día para otro. Pero también que, para terminar, hay que empezar. Así, si no empiezan a presupuestarse, no se van a hacer nunca y seguiremos en un punto cero ante la larga senda que queda por delante para situar Almería donde queremos.
Juan Carlos Pérez Navas, senador y
portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería
